La industria frigorífica reconoció que más allá de la buena noticia que significa la inminente apertura del mercado norteamericano para la carne vacuna, el sector atraviesa un escenario complejo, marcado por una rentabilidad muy ajustada.
“Sin lugar a dudas, de concretarse será una excelente noticia para la cadena de ganados y carnes, permitiendo de esta manera consolidar la demanda y dar certeza de precios futuros para que haya más inversiones en ganadería”, sostuvo Daniel Urcía, presidente de la Federación de Industrias Frigoríficas Regionales Argentinas (FIFRA)
Para el directivo, la importancia del mercado americano radica en dos factores. Por un lado, la posibilidad de exportar todo tipo de cortes vacunos sin hueso y además, un factor administrativo que no es menor: reconocer al SENASA como autoridad de aplicación para la habilitación de plantas.
En este punto existe una diferencia con China, que depende de sus propias auditorías para autorizar las compras y de este modo suelen generarse grandes demoras hasta que pueden comenzar las exportaciones.
Al referirse al mercado de Estados Unidos, Urcía recordó que nuestro país posee una cuota de 20.000 toneladas acordada en los años 90´ y que se distribuye entre las plantas con el criterio que se establece por resolución de la Secretaría de Agricultura.
En este caso -al igual que el cupo Hilton para Unión Europea- prevalece el criterio de “Past Perfomance” para resultar adjudicatario de cuotas. Esta modalidad otorga un mayor cupo a las empresas que han demostrado un historial de exportación previa de carne vacuna
“Desde FIFRA hemos manifestado desde siempre que dicho criterio favorece principalmente a las empresas grandes y dificulta el crecimiento de las nuevas empresas para consolidarse en el mercado”, remarcó.
Ante el supuesto de una ampliación del cupo, Urcía consideró que “sería oportuno mejorar en las cuotas existentes la posición de las plantas de ciclo completo que ingresan a esos destinos para permitir que se consoliden esos mercados”.
En este escenario, si bien celebró la apertura del mercado norteamericano, advirtió que existen una serie de variables que preocupan a la industria frigorífica exportadora.
“Los precios de la hacienda superan los techos históricos y alientan a la producción ganadera, pero la industria frigorífica exportadora y de consumo viven otra realidad y estarán los próximos años muy ajustadas en cuanto a su competitividad y rentabilidad”, señaló.
Y concluyó “Hoy se hablan de quebrantos en el cumplimiento de contratos en ejecución y si esa situación persiste en el tiempo será insostenible comercialmente”