El Gobierno terminó de oficializar la modificación de la Ley de Ministerios y, con ello, ordenó un nuevo reparto del poder. El Ministerio del Interior recuperó el Renaper, mientras que la subsecretaría de Deportes quedó bajo la órbita de Diego Santilli. En tanto, Ambiente y Turismo continuarán dependiendo del jefe de Gabinete, Manuel Adorni, con Daniel Scioli al frente de esta última área.
Si bien no se prevén cambios estructurales inmediatos, dentro de la Casa Rosada anticipan una migración de organismos que hoy responden a la Jefatura de Gabinete hacia otros ministerios. El objetivo es descomprimir a Adorni, concentrado en auditorías internas y en el cumplimiento estricto de los cronogramas fijados por el Presidente.
A pesar de que la nueva estructura ya está delineada, persisten vacantes en puestos centrales. Adorni debe completar tres áreas críticas. La más sensible es la Secretaría de Asuntos Estratégicos, que articula los vínculos entre Defensa, Seguridad Nacional y la Secretaría de Inteligencia en el plano local e internacional. Ese cargo, que ocupó José Luis Vila hasta la salida de Guillermo Francos, ya tiene un candidato definido, aunque sólo podrá asumir en marzo.
La Secretaría de Relaciones Parlamentarias e Institucionales continúa bajo incertidumbre. Su titular, Oscar Moscariello, se mantiene en funciones pese a que la gestión busca su salida. Fue una herencia de la gestión de Francos, tras el desplazamiento de Omar De Marchi, y su relación con Adorni es prácticamente nula. Aún no hay reemplazo.
En la Secretaría de Innovación, Ciencia y Tecnología, seguirá Darío Genua, hombre cercano a Santiago Caputo. El área administra organismos estratégicos como la Agencia de Promoción de la Investigación, el Banco Nacional de Datos Genéticos, la CONAE, el CONICET y el ENACOM. Aunque Genua continuará, Adorni evalúa trasladar algunos de estos entes a otros ministerios, decisión que todavía no está tomada. En paralelo, se mantendrá en funciones el vicejefe de Gabinete, José Rolandi, junto con los secretarios más cercanos a su estructura.
El reordenamiento provocó fricciones entre Jefatura de Gabinete e Interior. La cartera de Santilli aún carece de direcciones esenciales para su funcionamiento pleno. El recién designado Gustavo Coria ya asumió como secretario del Interior. En Deportes, el equipo de Santilli evita adelantar nombres para la subsecretaría, un área que considera clave —en su gestión porteña, ocupada por Matías López durante la organización de los Juegos Olímpicos de la Juventud 2018.
En el Renaper seguirá Pablo Santos, mientras que la continuidad del titular de Migraciones, Sebastián Seoane, se encuentra bajo evaluación. En el Gobierno sonó con fuerza la posibilidad de que Patricia Bullrich ubicara en ese organismo a alguien de su máxima confianza.
A nivel ministerial, el Presidente ratificó a Mariano Cúneo Libarona en Justicia, pese a que él mismo había declarado públicamente su intención de dejar el cargo tras las elecciones. Permanecerá algunos meses más mientras el oficialismo define el rumbo judicial. En ese terreno busca ganar protagonismo el sector referenciado en el clan Menem, luego de los cuestionamientos surgidos desde el espacio de Caputo. A su vez, el secretario de Justicia, Sebastián Amerio, continúa trabajando en los pliegos que deben enviarse al Senado, mientras que Santiago Viola, apoderado nacional del partido, aparece como la voz de mayor peso de Karina Milei en esa discusión.
En Seguridad habrá novedades inmediatas: Alejandra Monteoliva será ascendida a ministra, lo que permitirá a Bullrich mantener el control político del área. En Defensa, todo indica que la reemplazante de Luis Petri será su jefa de Gabinete, Luciana Carrasco, mientras que otro sector del Gobierno insiste en avanzar con cambios en el Estado Mayor Conjunto.
GZ