En una entrevista profunda y cargada de matices, Pablo Echarri visitó el programa ¿¡Cómo estamos hoy!?, emitido por Canal de la Ciudad, donde repasó su presente emocional, su vínculo con la actuación, la transformación de la industria audiovisual y la importancia que tuvieron su familia y su oficio en su vida. El ciclo, conducido por Emiliano Rella, con la participación de Lola Cordero, Sergio Elguezábal y Luca Martin, recibió al actor para una charla sin filtros que dejó definiciones potentes.
Echarri llegó al programa para hablar de Druk, la obra que protagoniza, y explicó que “Druk habla de la frustración de la mediana edad”, temática que, según él, interpela tanto al elenco como al público: “En Druk el público se transforma en el alumnado” y “En Druk se rompe la cuarta pared”, describió. Aun así, aclaró que su vida privada dista de lo que se ve sobre el escenario: “Mi relación con mis hijos es totalmente diferente a la de mi personaje”.
En un recorrido por su historia personal, el actor emocionó al recordar la devoción de su padre: “Mi papá recortaba todas las fotos mías que salían en los diarios”, contó entre risas. También recordó sin drama un casting fallido que hoy se convirtió en anécdota: “En el mismo casting que quedó Nancy a mí me echaron de una patada”, reveló, dejando en claro que incluso los tropiezos tuvieron un rol en su camino. Porque después de ese encuentro, llegó la historia que cambió su vida: “Con Nancy construimos una relación de amor innegociable”.
La charla también tocó el impacto de su paternidad. Con especial ternura, dijo: “Luca (Martin) era un bebé hermoso” y confesó: “Con Luca experimenté mis deseos de ser papá”. Ya mirando en retrospectiva, sintetizó su recorrido en una frase que lo define: “Soy muy agradecido con la vida que me tocó vivir”. Y agregó sobre su profesión: “El oficio de actor me encontró a mí”.
Echarri no esquivó el análisis sobre la crisis en la ficción local y el cambio de paradigma en la televisión argentina. Con contundencia, aseguró: “Hoy no hay galanes porque no hay novelas donde meter los galanes”. Luego contextualizó: “En la Argentina que yo nací había 3 novelas y eso ya no existe”, marcando la diferencia entre una industria que producía ficción masiva y un presente donde las plataformas no logran llenar ese vacío: “Las plataformas no llegan a cubrir la producción audiovisual que había”. Para él, la solución está del lado de las políticas públicas: “Necesitamos una ley que impulse la producción audiovisual”.
El actor recordó también la fuerza que tenía la pantalla chica en su momento de mayor auge: “La TV daba muchísima popularidad”, dijo. Y no esquivó una mirada introspectiva sobre el oficio: “El deseo de exponerse en un escenario tiene que ver con el ego”, reflexionó, aunque aclaró que, hoy, su búsqueda es otra: “Hoy me sirve construir algo de verdad”. Respecto a su imagen histórica de galán, afirmó sin vueltas: “Ser galán de novela te permite seducir”, aunque señaló que esa etapa quedó atrás.