Dani Alcaraz se convierte en el primer árbitro federado con síndrome de Down en España

Dani Alcaraz hizo historia al convertirse en el primer árbitro federado con síndrome de Down en España, después de varios años arbitrando partidos de fútbol 7 en la comarca de La Safor, en Valencia.

La historia del joven de 27 años es emblemática y se enmarca dentro de la iniciativa “Be My Referee”, un proyecto dirigido a fomentar el arbitraje entre personas con síndrome de Down y otras discapacidades. 

Este programa busca proporcionar formación, acompañamiento y oportunidades reales a quienes desean convertirse en árbitros, mostrando al mundo que el deporte puede ser un puente hacia la inclusión social.

La iniciativa “Be My Referee”

Este programa fue fundamental para el desarrollo de Dani Alcaraz como árbitro, afirmando que el arbitraje es una herramienta poderosa para fomentar la autonomía y la toma de decisiones, algo vital en el desarrollo de cualquier persona.

“Este programa rompe estereotipos dentro del mundo del fútbol y demuestra que la inclusión es posible”, afirma José Gutiérrez, director de Programas de Down España. 

Dani Alcaraz, un ejemplo de superación e inclusión para el fútbol.

La iniciativa comenzó a generar cambios significativos en diversas ligas y escuelas deportivas en Valencia. Dani, quien ha estado arbitrando durante más de diez años, ha logrado ganarse el respeto y la admiración de jugadores, entrenadores y público. 

“Si escucho a algún padre protestar, simplemente lo dejo pasar. Yo voy a lo mío, pero todos me ayudan mucho”, comentó el joven a los medios españoles, reflejando su capacidad para manejar situaciones complejas en el terreno de juego con madurez y confianza.

El impacto de Dani Alcaraz

Aparte de su labor en el fútbol, Dani también cultiva otras pasiones, como la cocina y el baile. Trabaja en el restaurante 'Boga' y forma una pareja dinámica de baile latino con su madre, participando en estilos como salsa, bachata y kizomba. Su entusiasmo y personalidad arrolladora han hecho que su figura se convierta en un verdadero símbolo de la inclusión y la diversidad en el fútbol español.

La pasión de Dani por el fútbol y el arbitraje viene de familia. Su padre, Juan Alcaraz, también fue árbitro y delegado de árbitros en La Safor y jugó un papel clave en su desarrollo. Desde pequeño, Dani ha estado inmerso en el mundo del fútbol, aprendiendo de su padre y creando un legado familiar en el arbitraje.