26/11/2025 - Edición Nº1023

Internacionales

Feriado nacional

Revolución Mexicana: qué implica el cambio al tercer lunes de noviembre

24/11/2025 | La festividad se movió al tercer lunes del mes en 2025, combinando memoria histórica y efectos laborales.



El Día de la Revolución Mexicana, una de las conmemoraciones más significativas del país, tuvo en 2025 su descanso obligatorio el 17 de noviembre, conforme a lo estipulado por la Ley Federal del Trabajo. Aunque la efeméride histórica se mantiene ligada al 20 de noviembre, el traslado buscó optimizar la organización laboral y favorecer un fin de semana largo que impulse actividades económicas diversas. Este esquema refleja cómo la legislación adapta la memoria nacional a dinámicas contemporáneas.

Para millones de trabajadores, el ajuste implica una modificación directa en su planificación semanal y familiar, especialmente en sectores donde la continuidad operativa es crítica. La jornada trasladada también afecta a escuelas, oficinas públicas y comercios, que reorganizan actividades en función del calendario oficial. Al mismo tiempo, la fecha preserva su peso simbólico como recordatorio del movimiento social que transformó la estructura política de México hace más de un siglo.

México


México es un país entre los Estados Unidos y América Central, conocido por las playas en el Pacífico y el golfo de México, y su diverso paisaje de montañas, desiertos y selvas. Las ruinas antiguas, como Teotihuacán y la ciudad maya de Chichén Itzá, se distribuyen por el país, al igual que las ciudades de la época colonial española

Conmemoración y calendario

El tercer lunes de noviembre funciona desde hace años como un mecanismo institucional para conciliar productividad y descanso. En 2025, esta fecha cayó el 17 de noviembre, día en el que el país detuvo parcialmente su actividad para reconocer el inicio de la Revolución Mexicana. La legislación establece que esta jornada es de descanso obligatorio, lo que impone obligaciones específicas a empleadores y asegura derechos concretos a los trabajadores. Este marco refuerza la continuidad simbólica del 20 de noviembre, aunque el feriado se ejecute antes.

Más allá del ámbito legal, el traslado incide en sectores como el turismo y el comercio, que suelen capitalizar el aumento de movilidad generado por el fin de semana largo. Sin embargo, muchas ceremonias cívicas mantienen el 20 de noviembre como fecha central, particularmente los desfiles y actos conmemorativos que subrayan la identidad histórica del país. Así, México funciona en una doble temporalidad: un feriado laboral en lunes y una memoria histórica en jueves.

Impacto social y laboral

Para quienes deban trabajar el día feriado, la ley garantiza un pago diferenciado que puede equivaler hasta a triple salario, combinando la remuneración habitual con un pago adicional por la jornada extraordinaria. Esta disposición obliga a las empresas a evaluar su organización interna, particularmente en servicios esenciales o industrias de operación continua. La norma busca equilibrar el reconocimiento histórico con la protección del trabajador.

Este modelo de conmemoración, dividido entre eficiencia administrativa y tradición cultural, refleja los desafíos permanentes de articular memoria, productividad y derechos laborales. El traslado del feriado sigue mostrando cómo un hecho ocurrido en 1910 continúa influyendo en agendas económicas, educativas y sociales. En 2025, el país volverá a poner en práctica un esquema que conjuga descanso, identidad y obligaciones legales bajo una misma fecha adaptada.