24/11/2025 - Edición Nº1021

Política

Plaza Libre

El eco de CFK en Corrientes: su mensaje resonó en el Encuentro Plurinacional

24/11/2025 | La “Plaza Cristina Libre” reunió a miles en Corrientes con un mensaje grabado de la expresidenta desde su prisión domiciliaria. CFK vinculó su situación judicial con el rumbo del país y apeló a la unidad social.



La “Plaza Cristina Libre” irrumpió en el 38º Encuentro Plurinacional como un gesto político calculado y, al mismo tiempo, inevitable. En Corrientes, miles de militantes feministas, sindicales y partidarias reclamaron por la libertad de Cristina Fernández de Kirchner, hoy bajo prisión domiciliaria en su departamento de Constitución, mientras escuchaban un audio suyo que buscó trascender lo personal para instalar un diagnóstico nacional. El mensaje no sólo reforzó la narrativa de proscripción: también colocó a la expresidenta como símbolo de un país cuya capacidad de desarrollo, según ella, está siendo “disciplinada”.

Cristina agradeció el apoyo, pero fue directo al punto: “No soy la única privada de su libertad en esta Argentina contemporánea”. La frase funcionó como puente entre su situación judicial y la de un sector social más amplio que se siente cercado por la crisis económica y las tensiones institucionales. Allí apuntó al corazón del clima político actual, donde el Gobierno enfrenta un desgaste creciente y la oposición intenta reconstruir volumen en medio de sus propias fracturas. El reclamo de libertad, así, se convirtió en un marco interpretativo más que en una consigna coyuntural.

En su lectura, la falta de libertad no se reduce al encierro físico sino a la imposibilidad de “decidir la vida que cada uno tiene derecho a construir con su trabajo”. La metáfora tuvo un eco inmediato: organizaciones presentes denunciaron que la causa contra CFK arrastra un componente de persecución de género, un planteo que crece dentro del feminismo político desde hace varios años. Al instalar esa arista, el mensaje buscó tensionar otra vez la relación entre justicia, poder y legitimidad democrática.

La referencia a El Eternauta (“nadie se salva solo”) no fue casual. CFK la usó para reinstalar la idea de unidad frente a un contexto que lee como regresivo en términos económicos y sociales. La metáfora del héroe colectivo de Oesterheld volvió a funcionar como emblema de resistencia en un espacio donde el oficialismo y la oposición también miden fuerzas simbólicas de cara al ciclo electoral que viene. En ese juego, la expresidenta apostó a recuperar centralidad sin aparecer físicamente.

La actividad en Corrientes consolidó un tono político que sobrevoló todo el Encuentro: “no hay democracia con proscripción”. Ese mensaje, repetido en plenarios y marchas, tensiona directamente al Gobierno y redefine el tablero interno del peronismo, que observa cómo la figura de Cristina sigue aglutinando sectores y ordenando debates aun desde su encierro. El fin de semana dejó claro que el reclamo por su libertad ya no es una consigna aislada: es, para muchos, la disputa por el sentido del momento político argentino.