El gobierno de Javier Milei entra en una fase de reacomodamiento acelerado. Este martes asumirán Alejandra Monteoliva en Seguridad y Carlos Presti en Defensa, dos nombramientos que combinan continuidad operativa con un mensaje político en medio de la reorganización interna del Ejecutivo.
Monteoliva, estrecha colaboradora de Patricia Bullrich y figura central en la estrategia contra el narcoterrorismo, reemplaza a la futura jefa de bloque libertaria en el Senado. En la Rosada remarcan que su ascenso asegura la línea dura que el Gobierno considera uno de sus sellos de gestión.
El caso de Carlos Presti marca un hecho inédito: será el primer militar de carrera en conducir el Ministerio de Defensa desde el regreso de la democracia. Su llegada apunta a fortalecer el vínculo con las Fuerzas Armadas y a instalar la idea de “desdemonización” institucional que Milei busca consolidar como gesto político hacia adentro y hacia su electorado.
Mientras tanto, Karina Milei mueve la pieza partidaria. La secretaria general organiza un acto masivo en la provincia de Buenos Aires para exhibir estructura y ordenar el crecimiento territorial de La Libertad Avanza. El objetivo: mostrar capacidad de movilización y reforzar el liderazgo interno tras semanas afectadas por filtraciones y tensiones que frenaron el lanzamiento del Consejo de Mayo.
En la Rosada consideran que la combinación de recambio ministerial y despliegue político es clave para retomar control en la segunda etapa de la gestión. El Gobierno apuesta a llegar a diciembre con señales de cohesión, volumen y capacidad de avance sobre su agenda legislativa.