David Harbour, conocido mundialmente por interpretar al jefe de policía Jim Hopper, reflexionó sobre el profundo y transformador impacto que la serie de Netflix Stranger Things tuvo en su vida y carrera, especialmente considerando que el papel llegó cuando ya había superado la barrera de los 40 años. Antes de ser catapultado al estrellato global, Harbour había forjado una carrera estable en Broadway y en papeles secundarios de cine y televisión, una vida que él mismo describe como satisfactoria, pero que la llegada del éxito masivo cambió por completo.

Harbour detalló cómo era su vida profesional antes de la serie de los hermanos Duffer. Había disfrutado de una vida "fantástica" y "encantadora", la cual le permitía alquilar un departamento de una sola habitación en el East Village de Nueva York, combinando roles protagónicos en el Public Theater de Broadway con apariciones secundarias en grandes producciones de Hollywood. El actor admitió que se sentía cómodo siendo "el número siete en la lista de llamados" en una película de acción de Denzel Washington.
Sin embargo, el éxito de Stranger Things en 2016, donde Harbour asumió uno de los dos roles principales adultos junto a Winona Ryder, fue inmediato y masivo, cambiando su realidad en cuestión de semanas. El actor describió el impacto de la fama repentina de forma dramática: "Simplemente destrozó toda la concepción de lo que yo sería". La serie lo catapultó instantáneamente a la cima de la lista de llamados, abriéndole "una tremenda cantidad de puertas" en su carrera, lo que le ha permitido protagonizar proyectos como el reinicio de Hellboy, la película Noche sin paz, y unirse al Universo Cinematográfico de Marvel como Red Guardian.

A pesar de los cambios drásticos en su nivel de fama y oportunidades, Harbour insiste en que su intención artística se ha mantenido intacta. El actor reveló que su objetivo principal siempre ha sido "contar historias hermosas y extrañas que abran a la gente", y que esa motivación sigue siendo la misma que tenía antes de Stranger Things. No obstante, el actor sí reconoce que la popularidad extrema de la serie ha obligado a hacer ajustes, señalando que la necesidad de atraer a una audiencia tan masiva a veces requiere "suavizar” el contenido, como la decisión de que su personaje, Hopper, ya no fume en pantalla.