Javier Milei transita una inesperada luna de miel. El sorpresivo resultado del 26 de octubre marcó un claro quiebre en la política doméstica.
Bajó fuerte el riesgo país, se frenó el apetito por el dólar y el Parlamento dejó de ser una amenaza. Incluso La Libertad Avanza se entusiasma con avanzar en múltiples reformas al estilo Ley Bases, con apoyo de gobernadores y bloques “dialoguistas”.
El cimbronazo del 26 de octubre se refleja en varios sondeos de opinión, que le sonríen al oficialismo nacional.

Uno de ellos es el elaborado mensualmente por la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella: el Índice de Confianza en el Gobierno (ICG).
El ICG se confecciona desde noviembre de 2001 en base a una encuesta de opinión pública a nivel nacional y se mide en una escala de 0 a 5. El ICG de noviembre fue de 2,47 puntos, nivel que representa un aumento del 17,5% respecto del resultado del mes anterior. Una suba muy significativa.
La comparación con las dos presidencias anteriores muestra que el ICG de noviembre es 16,8% menor que el de noviembre de 2017, durante la gestión de Mauricio Macri, y 69,8% mayor que el de noviembre de 2021, durante el gobierno de Alberto Fernández. Es decir, Javier Milei se acerca al pico de confianza que tuvo el líder del PRO durante su gestión.

La fuerte suba que se registró en noviembre sirvió para compensar las caídas de agosto y septiembre, en pleno momento de ebullición para el gobierno tras el revés en PBA y la imposibilidad de sostener los vetos en el Congreso.
Con este movimiento, el índice se ubica en el punto más alto desde febrero de 2025 (2,56). En ese sentido, se explicó que el trabajo de campo fue realizado entre el 3 y el 14 de este mes, es decir, más de una semana después de las elecciones nacionales de octubre de este año, en las que se impuso La Libertad Avanza.

El ICG está compuesto por cinco ejes. Todos crecieron. Subió Capacidad a 2,93 (+18,6%), Honestidad a 2,81 (+12,4%), Eficiencia a 2,32 (+12,6%), Gobierno a 2,26 (+30,6%) e Interés a 2,02 (+16,8%).
“Este mes se observa un cambio en la jerarquía relativa de los subíndices: el de capacidad logra superar al de honestidad, aunque ambos se mantienen como los mejor valorados; eficiencia continúa ocupando el tercer lugar y gobierno pasa a ubicarse por encima de interés, que sigue rezagado frente al resto”, explicaron en el informe.