26/11/2025 - Edición Nº1023

Internacionales

Pulso mediático

Rodrigo Chaves y la decisión que podría apagar tu radio favorita en Costa Rica

26/11/2025 | La subasta de espectro amenaza con apagar radios y televisoras, encendiendo alarmas sobre pluralidad, acceso y uso político del regulador.



La disputa por el futuro del espectro radioeléctrico en Costa Rica escaló con una velocidad inesperada. La orden del presidente Rodrigo Chaves de lanzar una subasta de frecuencias con altos costos de entrada colocó a decenas de emisoras y canales frente a un escenario límite: la posibilidad real de quedar fuera del aire. El Gobierno defiende la medida como un acto de modernización y cobro justo, mientras los medios señalan que el diseño económico y técnico del proceso los expulsa de facto del espacio público.

El impacto social de un eventual apagón es inmediato y profundo. En zonas rurales y entre hogares de bajos ingresos, la radio abierta sigue siendo un vínculo cotidiano con información, cultura y servicios básicos. Para sectores como adultos mayores, comunidades religiosas o audiencias que dependen de la señal tradicional, la reforma implica un quiebre abrupto en su acceso a contenidos. La controversia, lejos de ser técnica, ya se convirtió en una discusión sobre la vigencia de la pluralidad y el papel del Estado en la protección del ecosistema mediático.

Costa Rica 


Costa Rica es un país de América Central con una geografía accidentada, que incluye bosques tropicales y costas en el Caribe y el Pacífico. Aunque su capital, San José, es hogar de instituciones culturales, como el Museo del Oro Precolombino, Costa Rica es conocida por sus playas, sus volcanes y su biodiversidad.

Transformación forzada

Las críticas se multiplicaron desde el momento en que se conocieron los precios base de la subasta y los requisitos de participación. Grandes conglomerados pudieron presentarse, pero la mayoría de emisoras pequeñas, culturales o regionales reconocieron que los montos exigidos eran inasumibles en un mercado marcado por la caída de la publicidad tradicional. La tensión aumentó cuando el Ejecutivo insinuó posibles excepciones solo para medios religiosos, lo que fue interpretado como un uso selectivo de la regulación.

La preocupación no proviene solo de los afectados. Especialistas, académicos y organizaciones civiles advierten que la combinación de requisitos onerosos y plazos acelerados puede conducir a una concentración sin precedentes. Los antecedentes retóricos del propio Chaves, enfrentado con medios críticos, alimentan el temor a una deriva de control político del espectro. Aunque el Gobierno insiste en que busca ordenar un modelo obsoleto, la oposición sostiene que el método erosiona garantías democráticas esenciales.

Escenarios abiertos

El proceso aún puede modificarse, pero el margen de maniobra se acorta. La Superintendencia de Telecomunicaciones mantiene un nivel de incertidumbre sobre los tiempos y criterios finales, mientras avanzan recursos legales que buscan frenar los efectos inmediatos del concurso. En paralelo, la cercanía del ciclo electoral agrega presión y eleva el costo político de un apagón masivo que golpee a audiencias sensibles.

De fondo, el país enfrenta una discusión mayor: cómo regular un recurso estratégico sin comprometer el acceso equitativo a la información ni debilitar la arquitectura institucional que sostiene a su democracia. El desenlace dependerá de la capacidad de revisar el diseño del proceso, evitar privilegios discrecionales y garantizar que la transición tecnológica no se convierta en un arma de poder.