26/11/2025 - Edición Nº1023

Internacionales

Italia en tensión electoral

El sur italiano complica el camino de Meloni hacia 2027

26/11/2025 | Los comicios regionales revelaron señales de desgaste político para la primera ministra.



Las elecciones regionales celebradas en el sur de Italia reacomodaron el tablero político y encendieron alertas dentro del gobierno. Aunque Giorgia Meloni conserva una imagen fuerte a nivel nacional, los resultados mostraron que su proyecto ya no avanza con la contundencia que tenía hace dos años. La competencia se volvió más pareja y la oposición empezó a recuperar territorios que habían quedado fuera de su alcance.

El panorama general quedó equilibrado, pero la lectura fina favorece al bloque progresista. La centroizquierda ganó en Campania y Puglia con márgenes amplios y demostró que todavía puede construir mayorías cuando logra unificar candidaturas. Estas dos regiones no son simbólicas: concentran millones de votantes que suelen definir las peleas electorales más ajustadas. En Italia, el sur siempre fue un escenario de voto más volátil y de cambios bruscos de humor político, por lo que cada elección regional funciona como un termómetro adelantado del clima nacional.


El sur italiano volvió a mostrar un voto impredecible que puede definir el rumbo nacional.

El dato que inquieta al oficialismo es que los aliados de Meloni atraviesan su momento más débil en años. La primera ministra sigue por encima del 30 por ciento en intención de voto, pero Forza Italia y la Lega no logran despegar del piso de un solo dígito. Esto genera la sensación de que la coalición ganó peso gracias a Meloni pero perdió cohesión y necesita reordenarse antes de llegar a 2027.

Por esta razón empezaron a circular versiones de que el gobierno analiza una reforma electoral. Actualmente, más de un tercio de los legisladores se eligen mediante un sistema de mayoría simple. Ese mecanismo premia a los bloques sólidos y castiga a los partidos que compiten desunidos. Si la oposición logra una alianza nacional con candidaturas únicas, ese esquema podría jugar en contra del oficialismo. Un sistema totalmente proporcional, en cambio, reduciría el impacto de esos duelos directos y estabilizaría el tablero en favor de las fuerzas que conservan votos constantes aunque no ganen distritos.


La participación regional reflejó un electorado dividido y atento a los cambios económicos.

A esto se suma un desafío inmediato. En 2026 podría realizarse un referéndum para aprobar o rechazar la reforma judicial impulsada por Meloni. Los plebiscitos en Italia suelen funcionar como juicios políticos encubiertos. Una derrota dañaría su liderazgo y llegaría justo en el umbral del ciclo electoral que definirá su continuidad.


Elly Schlein, diputada de la República Italiana​ y secretaria general del Partido Democrático. La oposición logró victorias contundentes y evalúa alianzas nacionales para competir unida.

Si bien Meloni sigue siendo la figura dominante de la política italiana, la dinámica regional muestra que su camino hacia 2027 dejó de ser lineal. El sur volvió a demostrar su capacidad para alterar cualquier cálculo. Allí conviven reclamos sociales profundos, problemas económicos históricos y una ciudadanía que cambia de posición con rapidez. Ese terreno, que siempre obliga a los gobiernos a recalcular, será decisivo en los próximos dos años.