El gobernador Axel Kicillof dio un paso decisivo para encaminar el acuerdo legislativo: aceptó ampliar de 8 a 12 los cargos del directorio del Banco Provincia, una demanda central de la oposición que permitió destrabar el dictamen del proyecto de endeudamiento en la comisión de Presupuesto. Con el apoyo del peronismo y del bloque dialoguista que encabeza Gustavo Cuervo, la iniciativa quedó lista para ser votada en Diputados, aunque las próximas horas serán determinantes.
La negociación incluyó también la confirmación de cargos en organismos de control y en el Consejo de Educación, otra ficha que reclamaban los bloques opositores. Paralelamente, el Ejecutivo aceptó modificar el esquema del fondo para los municipios: seguirá atado al 8% del endeudamiento, pero ahora tomando como base los USD 3.035 millones solicitados en dos proyectos en lugar de los USD 1.990 millones iniciales. La movida le permite al gobierno asegurarse el aval al endeudamiento paralelo de USD 1.045 millones, clave para justificar deuda tomada este año sin autorización legislativa.
El punto generó cuestionamientos técnicos. La consultora Empiria, del exministro Hernán Lacunza, advirtió que el pedido por 1.045 millones se presenta como un monto “equiparable a los servicios de deuda 2025”, aunque corresponde a compromisos ya vencidos. Aun así, la Legislatura se encamina a debatir en conjunto el Presupuesto, la Ley Fiscal y los tres pedidos de financiamiento del Ejecutivo, en un contexto donde más de 80 intendentes esperan fondos de libre disponibilidad para cubrir el aguinaldo de diciembre.
En otra concesión relevante, Kicillof acordó condonar la deuda municipal de 2020 originada en los préstamos para afrontar la pandemia. Aunque la provincia había recibido esos recursos del gobierno nacional sin obligación de devolución, parte fue transferida a los municipios como créditos con intereses, un viejo reclamo que ahora quedará saldado. El gesto busca alinear a los jefes comunales en la recta final del acuerdo.
Aun con los avances, el entendimiento no está cerrado. En la Legislatura repiten una máxima que aplica a todas las negociaciones de alto voltaje: “no termina hasta que termina”. El voto en Diputados definirá si el pacto político que se articuló en las últimas horas resiste la presión de los distintos bloques y se convierte en ley antes del inicio del receso.