El movimiento artístico y activista Voicot lanzó una nueva pieza audiovisual en una de las pantallas LED ubicadas a metros del Obelisco, convirtiendo uno de los puntos más transitados de Buenos Aires en escenario de un mensaje que busca invitar a la reflexión y cuestionar hábitos naturalizados.
La intervención muestra a una gallina viva, asomándose desde una cajita de papas fritas, mientras observa directamente a cámara. Sobre esa imagen aparece la frase: “Antes de ser comida, fue alguien”, un recordatorio que desarma la distancia cultural que nos lleva a pensar a algunos animales como “comida” y a otros como individuos con los que nos vinculamos afectivamente.
La ubicación potencia su fuerza: el mensaje aparece justo al lado de una publicidad de una reconocida cadena de comida rápida, generando un contraste directo entre el lenguaje visual del consumo y la presencia del animal reducido a mercancía. La pieza se apropia del mismo formato publicitario para darle un sentido completamente diferente.
Realizada en colaboración con la abogada, investigadora y docente Silvina Pezzetta y el artista Ve9an, la campaña continúa la línea de trabajo de Voicot: utilizar soportes masivos para cuestionar las lógicas especistas y exponer la violencia invisibilizada detrás de la industria alimentaria.
"Mientras un puñado de empresas y corporaciones utilizan los medios de comunicación y la publicidad para seguir enriqueciéndose a costa de la salud de las personas, el planeta y la naturaleza, nosotros salimos a utilizar esas mismas herramientas para generar conciencia", destacaron desde el movimiento.
"Con esta nueva campaña, invitamos a cuestionar lo aprendido culturalmente, los hábitos y los consumos, y a hacerse preguntas para recordar que siempre, pero siempre, podemos cambiar", agregaron.
Como antecedente reciente, Voicot ya había intervenido esta misma pantalla con una pieza en la que un perro se transformaba sucesivamente en una vaca, un gato, un cerdo y una gallina, planteando por qué algunas especies son valoradas y otras reducidas a productos de consumo.
Desde 2014, Voicot se posiciona como un movimiento artístico por la liberación animal y del planeta. Sus acciones combinan arte, comunicación y desobediencia civil no violenta para exponer la explotación animal y generar conciencia social.
Con un enfoque interseccional, el colectivo realiza investigaciones en mataderos y centros de explotación, además de intervenciones urbanas y campañas masivas que resignifican los espacios públicos saturados de publicidad comercial.