La difusión reciente de un fragmento televisivo reavivó un capítulo poco recordado en la trayectoria de Lilia Lemoine. En el video, una joven diseñadora de cabello negro —años antes de su estética rubia característica— muestra sus creaciones de cosplay en un programa nocturno de C5N, mientras promociona un taller gratuito en Comicópolis, la convención que en 2014 se desarrollaba en el predio de Tecnópolis, emblema cultural del kirchnerismo. Allí, la futura diputada enseñaba técnicas de confección de armaduras y animaba a la audiencia a participar de una actividad financiada por el Estado.
Lejos del discurso libertario con el que hoy se identifica, Lemoine se movía entonces con naturalidad en aquellos espacios asociados al universo K. Su vida profesional combinaba la actuación, el maquillaje artístico, la fotografía y el diseño de vestuario. Como “Lady Lemon”, era figura destacada del fan world: viajaba a convenciones internacionales, interpretaba personajes de animé y cómic, y monetizaba su presencia en redes como influencer.
El giro comenzó algunos años después. En pareja con el streamer liberal Emmanuel Danann, Lemoine empezó a distanciarse de las posiciones que la habían acompañado durante su etapa artística. Primero criticó al feminismo, luego adoptó posturas conservadoras frente a debates sociales, y durante la pandemia se posicionó dentro del ala libertaria que cuestionaba las restricciones sanitarias.
Su primera incursión electoral llegó en 2019, cuando fue candidata a diputada nacional por la Ciudad de Buenos Aires en las listas de José Luis Espert. Aquella participación pasó desapercibida, pero sentó las bases del vínculo político que, con el tiempo, la acercaría a Javier Milei.
Tras separarse de Danann, su relación con el hoy Presidente se consolidó a través de Karina Milei: pasó a integrar su entorno más cercano como maquilladora, fotógrafa, asesora de imagen y, finalmente, militante. En 2024, Lemoine admitiría públicamente que mantuvieron un vínculo sentimental: “Me enamoró su inteligencia”, dijo, aunque aclaró que hoy solo los une una amistad política.
El salto definitivo ocurrió en 2023, cuando resultó electa diputada nacional por la provincia de Buenos Aires dentro de La Libertad Avanza. Desde entonces, se convirtió en una de las voces más estridentes del oficialismo: defiende sin matices al Presidente, confronta con la oposición y reivindica su rol como “brazo ejecutor” del proyecto mileísta en el Congreso.
El recorrido de Lemoine traza una transformación inusual incluso para los estándares de la política argentina: de símbolo del fandom y los talleres culturales de la década kirchnerista a uno de los rostros más mediáticos y disruptivos del actual oficialismo. Una metamorfosis pública que mezcla redes sociales, provocación, estética mutante y convicción libertaria, y que difícilmente deje a alguien indiferente.
GZ