Francia bloquea el pacto UE-Mercosur tras un rechazo parlamentario unánime

La Asamblea Nacional de Francia aprobó por unanimidad una resolución que insta al gobierno a oponerse al acuerdo entre la Unión Europea y el Mercosur. El resultado fue contundente: 245 votos afirmativos y ninguno en contra. Aunque no tiene efecto legal directo, la decisión envía un mensaje político fuerte en un momento clave, ya que Bruselas quiere cerrar el texto antes de fin de año.

El rechazo fue transversal, con apoyo desde la izquierda hasta la ultraderecha. Los diputados calificaron el pacto como un riesgo para el campo francés y lo describieron como una amenaza para la producción local. Los argumentos se concentraron en la llegada de productos agropecuarios de países del Mercosur que contienen sustancias prohibidas en la Unión Europea, como hormonas, antibióticos y pesticidas que no cumplen con los estándares sanitarios del bloque.

El acuerdo busca crear una de las áreas comerciales más grandes del mundo, pero enfrenta resistencias crecientes.

El debate se vio atravesado por la tensión creciente en el sector agrícola. En los últimos días se multiplicaron los tractorazos y las protestas en ciudades como Toulouse, Lyon y Rennes. Los productores sostienen que competir con países que tienen costos más bajos y regulaciones menos exigentes los deja en una situación imposible. Para muchos de ellos, el acuerdo se convirtió en el símbolo del malestar acumulado por años.

Productores franceses protestan por la competencia que implicaría el pacto para la agricultura local.

La resolución también apuntó a Emmanuel Macron. Varios legisladores acusaron al presidente de haber cambiado de postura en las últimas semanas. Recordaron que durante gran parte del año se expresó en contra de avanzar con el pacto y que recién en diciembre dejó de bloquear las discusiones dentro de la Unión Europea. Según los opositores, el texto no sufrió modificaciones y el giro del Ejecutivo responde a razones políticas y no técnicas.

El futuro del acuerdo vuelve a quedar en suspenso. Para entrar en vigencia necesita el apoyo del Parlamento Europeo y la ratificación de cada país del bloque. La posición de Francia complica el tramo final de una negociación que lleva veinticinco años y que atraviesa presiones internas en ambas regiones. Mientras Brasil y Argentina insisten en avanzar, varias capitales europeas piden más garantías ambientales y sanitarias.

Sesión en la sede del Parlamento Europeo en Bruselas, institución clave para la aprobación final del pacto entre la Unión Europea y el Mercosur.

Mañana, la Comisión Europea retomará conversaciones con representantes de los países más críticos para intentar mantener viva la agenda comercial. La votación francesa, sin embargo, marca un obstáculo difícil de esquivar y refuerza el clima de incertidumbre en el cierre del año político europeo.