El gobernador de Catamarca, Raúl Jalil, sorprendió al trazar un paralelismo directo entre Néstor Kirchner y Javier Milei, a quienes consideró “parecidos” por su enfoque en el manejo de los recursos y la búsqueda del superávit fiscal. La definición, vertida en una entrevista con Eduardo van der Kooy, reintrodujo en el peronismo un debate incómodo sobre identidad y estrategia.
Jalil diferenció explícitamente a Néstor de Cristina Kirchner, al sostener que ambos “siempre fueron distintos” en sus formas de gobernar. Según el mandatario, la coincidencia entre Néstor y Milei reside en la disciplina fiscal y el ordenamiento económico, un análisis que choca de frente con los sectores K que reivindican la etapa 2003–2015 como un bloque homogéneo.
El gobernador también admitió que la interna del peronismo “no está resuelta” y llamó a una autocrítica profunda para volver a ofrecer una alternativa creíble: producción, empleo y confianza, enumeró. Además, destacó que Milei “ganó porque bajó la inflación y porque hay esperanza”, relativizando el peso del estilo presidencial y ubicando el foco en los resultados.
Si bien mostró coincidencias macroeconómicas con la gestión libertaria, Jalil marcó diferencias en cuestiones clave: criticó la paralización de la obra pública —que considera necesaria para sostener el desarrollo provincial— y rechazó la baja de la edad de imputabilidad, donde propuso reforzar la prevención en lugar de modificar la ley.
En su cierre, el gobernador volvió a mostrar su perfil dialoguista, al advertir que “siempre tiene mejor resultado el diálogo que el conflicto” y que, cada vez que puede, expresa al Gobierno nacional que la falta de obra pública “va a traer problemas”. Sus palabras dejaron expuesto el delicado equilibrio que intenta sostener un PJ todavía sin brújula frente al avance libertario.