La carta que jugó Kicillof para buscar el apoyo de intendentes al endeudamiento

El gobernador de la provincia de Buenos Aires, Axel Kicillof, garantizó un fondo de $250.000 millones para los municipios bonaerenses, en una estrategia para sumar el apoyo de los intendentes al pedido de endeudamiento que se debate en la Legislatura provincial.

Junto a intendentes y dirigentes de distintos espacios, Kicillof explicó que “se ha planteado un fondo a distribuir entre los municipios de la Provincia de Buenos Aires”, equivalente al 8% de los recursos que genere la Ley de Financiamiento. Además, destacó que, para dar previsibilidad a los gobiernos locales, la Provincia asegurará un piso de $250.000 millones, que se transferirá en cinco pagos fijos establecidos por ley, independientemente del resultado final de la colocación de deuda.

Ese punto era uno de los principales reclamos de la oposición, en particular del sector de la UCR alineado con Maximiliano Abad, que en la Cámara de Diputados podría aportar nueve votos clave de los 24 que necesita el oficialismo para alcanzar los dos tercios.

Tras describir la “situación de emergencia económica” en la provincia —con puestos de trabajo perdidos, empresas cerradas y obras paralizadas en distintos rubros—, Kicillof volvió a reclamarle al Gobierno nacional los 13 billones de pesos que, según señaló, “Milei utiliza para disimular un presunto superávit”.

Asimismo, el gobernador advirtió que la Legislatura debe decidir “en favor de evitar más sufrimiento” ante la falta de transferencias nacionales. “No hay negociación que deba condicionar algo de esta importancia. Por eso, con sinceridad, con firmeza y con convicción democrática, le pido a la Legislatura que apruebe esta Ley”, concluyó.

El debate por el endeudamiento provincial ocurre luego de que la sesión convocada la semana pasada fracasara por falta de quórum, en medio de tensiones entre el oficialismo y sectores de la oposición que exigen garantías para los municipios ante la reducción de fondos nacionales. El Gobierno de Axel Kicillof busca ahora destrabar la discusión con una nueva votación prevista para este miércoles, donde necesita una mayoría especial para avanzar.

Según fuentes de la Legislatura, el endeudamiento solicitado no implica tomar nueva deuda neta, sino refinanciar vencimientos de 2023 y 2024 que la Provincia no pudo atender por no haber contado con las leyes correspondientes el año pasado. La administración provincial sostiene que, sin esta autorización, correría riesgo el funcionamiento cotidiano del Estado y la continuidad de servicios esenciales.

El reclamo por los fondos nacionales se vincula a la caída de las transferencias no automáticas y del financiamiento para programas claves como el Fondo de Fortalecimiento Fiscal, subsidios al transporte y aportes para seguridad, que el Gobierno bonaerense considera obligaciones legales del Ejecutivo nacional. La falta de estas partidas provocó que numerosas obras públicas quedaran paralizadas desde comienzos de año, agravando la situación fiscal provincial.

En paralelo, intendentes del peronismo y de espacios aliados —incluidos varios jefes comunales radicales— se reunieron en La Plata para respaldar el proyecto. Entre los presentes estuvieron Martín Randazzo (General La Madrid), Lisandro Hourcade (Magdalena), Federico Achaval (Pilar), Marisa Fassi (Cañuelas), Fernando Moreira (San Martín), Mario Secco (Ensenada), Fernando Espinoza (La Matanza), Nicolás Mantegazza (San Vicente) y Gustavo Menéndez (Merlo), además de dirigentes como Malena Galmarini y legisladores de distintos bloques.

Con este apoyo territorial, Kicillof busca fortalecer su posición antes del debate legislativo y presionar a los bloques que aún no confirmaron su voto, en un contexto en el que la mayoría de las provincias enfrenta dificultades financieras similares por el recorte de fondos nacionales.