En un contexto de relativa estabilidad política y económica tras la victoria en las Elecciones Legislativas 2025, un dato reciente reforzó el optimismo dentro del núcleo duro de Javier Milei: cada vez menos jóvenes manifiestan intención de emigrar de la Argentina.
Según un estudio de la consultora Casa Tres, la proporción de jóvenes de 16 a 29 años que consideran irse del país pasó del 33% en octubre de 2024 al 27% en noviembre de 2025, lo que representa una caída del 6% interanual. Se trata de la baja más significativa desde 2020, en una franja etaria históricamente sensible a la incertidumbre económica y laboral.
CADA VEZ SON MENOS LOS JÓVENES QUE PIENSAN EN IRSE DEL PAÍS
— Mora Jozami (@morajozami) December 1, 2025
Los que consideran emigrar pasaron de 33% en oct del 24 a 27% en nov 25. @CasaTres3 pic.twitter.com/JOEGqTM67S
El dato cobra relevancia porque los jóvenes continúan siendo el motor electoral y simbólico del espacio libertario liderado por Javier Milei, tanto en redes sociales como en intención de voto. El descenso en la intención de emigrar coincide con una mejora sostenida en la imagen presidencial, un repunte en expectativas económicas y una percepción más positiva del futuro inmediato.
Consultoras políticas señalan que el fenómeno responde a una combinación de factores:
Desde 2021, los libertarios construyeron su base más sólida entre votantes menores de 30 años. En las legislativas de 2025, según datos preliminares de encuestadoras privadas, Milei y su espacio superaron el 50% de apoyo juvenil en varias jurisdicciones urbanas clave, una tendencia que se mantiene desde su triunfo presidencial.

La baja en la intención de emigrar se interpreta dentro del oficialismo como una señal de que “la batalla cultural y económica” empieza a mostrar resultados concretos en el sector más crítico de los últimos años: los jóvenes que no veían futuro en Argentina.
Entre 2021 y 2023, la intención de emigrar entre jóvenes llegó a picos del 45%, empujada por la crisis económica y la falta de empleo formal.
En 2024, con los primeros meses del gobierno libertario marcados por ajustes y recesión, el número se mantuvo en torno al 30-33%.
En Casa Rosada significa que el fenómeno responde a una recuperación de expectativas y al optimismo generacional que suele acompañar los períodos de mayor estabilidad política. El Gobierno podría capitalizar este indicador en su comunicación pública porque habla de perspectiva, futuro y confianza, tres variables clave dentro del discurso libertario.