16/12/2025 - Edición Nº1043

Internacionales

Debate sensible

Meloni impulsa una ley que declara estatal el oro del Banco de Italia

02/12/2025 | Una enmienda promovida por el oficialismo afirma que las reservas en manos del Banco de Italia pertenecen al Estado.



Italia volvió al centro de la escena europea después de que una enmienda impulsada por legisladores de Fratelli d’Italia, el partido de Giorgia Meloni, avanzara en el proceso parlamentario del presupuesto de 2026. El texto declara que las reservas de oro gestionadas por el Banco de Italia pertenecen al Estado en nombre del pueblo italiano. La iniciativa encendió alarmas dentro de la Unión Europea debido a sus posibles consecuencias para la autonomía de los bancos centrales del bloque.

El país posee una de las mayores reservas de oro del mundo, con alrededor de dos mil cuatrocientas cincuenta toneladas valuadas en unos trescientos mil millones de dólares. Este volumen ubica a Italia detrás de Estados Unidos y Alemania entre los mayores tenedores globales. Hasta ahora, ese oro figura en el balance del Banco de Italia como parte del sistema europeo de bancos centrales, coordinado por el Banco Central Europeo.


Reservas de oro italianas, valuadas en alrededor de trescientos mil millones de dólares.

La discusión no es nueva. Desde hace años, distintos sectores de la política italiana reclaman que quede claro a quién pertenece la reserva estratégica. Sin embargo, la formulación actual llega en un contexto de tensiones entre Roma y Bruselas por el déficit italiano, las reglas fiscales y la necesidad de sostener la credibilidad de la eurozona. La autonomía de los bancos centrales es un pilar del diseño del euro y está protegida por los tratados europeos. Cualquier intento de subordinarlos al poder político podría considerarse incompatible con las normas fundacionales.

Para el gobierno italiano, la enmienda solo aclara que el oro es un patrimonio nacional y que su propiedad debe estar explícitamente reconocida por ley. Insisten en que no habrá ventas ni uso del oro para cubrir gastos del Estado. Sin embargo, los organismos europeos y varios analistas temen que esa declaración abra la puerta a futuras presiones sobre el Banco de Italia, que es autónomo y forma parte del sistema del euro. Esa autonomía es esencial, porque evita que los gobiernos utilicen las reservas o la política monetaria para resolver crisis de corto plazo.

La preocupación de Bruselas tiene que ver con un principio central del euro: la independencia de los bancos centrales. En la práctica, esa independencia significa que el Banco de Italia no puede recibir órdenes del gobierno ni ser utilizado para financiar gasto público o resolver urgencias políticas. Sus decisiones deben basarse en criterios técnicos y estar coordinadas con el Banco Central Europeo. Por eso cualquier modificación que parezca acercar las reservas al control directo del Estado genera inquietud, ya que podría interpretarse como una señal de presión sobre una institución que debe actuar al margen de los intereses del gobierno de turno.

El debate revive episodios del pasado reciente. En 2015, Grecia enfrentó sospechas de intervención sobre su banco central en medio de la crisis financiera. En 2018, Italia ya había atravesado tensiones cuando sectores del entonces gobierno cuestionaron la independencia del Banco de Italia. Ninguno de esos casos desembocó en una ruptura institucional, pero evidenciaron cuán sensible es la relación entre los gobiernos nacionales y la arquitectura monetaria europea.


La enmienda sobre el oro avanzó durante el debate parlamentario del presupuesto de 2026.

Por ahora, la enmienda italiana no altera las reglas del Eurosistema (autoridad monetaria de la eurozona) ni cambia la gestión diaria del oro. Tampoco habilita movimientos financieros inmediatos. Lo que provoca inquietud es el gesto político: declarar que la reserva pertenece al Estado puede interpretarse como un intento de recuperar margen de maniobra en un momento en el que Roma necesita negociar condiciones fiscales más flexibles.

Las próximas reacciones serán clave. Se espera que Bruselas solicite detalles sobre la implementación de la medida y que el Banco Central Europeo evalúe si la redacción final afecta la independencia del Banco de Italia. Los mercados observan el tema con cautela, atentos a cualquier señal que indique un posible conflicto institucional dentro de la eurozona.

Por el momento, el oro continúa donde estuvo siempre, custodiado en las bóvedas del Banco de Italia. Lo que cambió es el debate político que rodea a uno de los activos más sensibles del país y su impacto en una Unión Europea que vuelve a enfrentar interrogantes sobre su cohesión interna.