El fútbol de ascenso está de luto, luego de conocerse la muerte de Santiago Fredes, técnico de Luján y uno de los mejores de la Primera C. Estaba internado desde el jueves pasado en el Sanatorio Austral de Pilar, tras sufrir un malestar posterior al amistoso frente a JJ Urquiza.
Según trascendió, el exfutbolista fue diagnosticado con síndrome de Guillain-Barré, una afección autoinmune que generó debilidad muscular y pérdida de sensibilidad. Pese a permanecer hospitalizado varios días, su cuadro no logró revertirse.
“El Pulga nos deja una huella imborrable como jugador, entrenador y formador”, expresó el club Luján en un comunicado institucional. Allí también destacaron su “entrega, pasión y calidad humana”, valores que marcaron su paso por el club.
Fredes venía de completar una gran campaña en 2025, donde Luján terminó segundo en su zona y avanzó hasta los cuartos de final del Reducido. Con 14 victorias en 19 partidos, su equipo había sido una de las revelaciones del torneo.
El Club Luján comunica con profundo dolor y tristeza que nuestro director técnico Santiago Fredes ha sido declarado con muerte cerebral.
— Club Luján (@ClubLujan_Ok) December 2, 2025
El "Pulga" nos deja una huella imborrable como jugador, entrenador y formador, pero sobre todo como estandarte de los valores que Luján… pic.twitter.com/JSeyaLkJuw
Desde su internación, el plantel continuó trabajando bajo el resto del cuerpo técnico de cara a la temporada 2026.
Hace pocas semanas, el club había anunciado la renovación del DT con un emotivo video. Fredes había prometido ir por “una nueva ilusión” y buscar el salto de categoría que el Lujanero persigue desde hace años.
Su vínculo con el club era profundo: formado en Vélez, debutó profesionalmente en Luján en 2011 y regresó varias veces a lo largo de su carrera.
Pasó por Flandria, Defensores Unidos y Excursionistas, hasta que en 2018 volvió definitivamente para retirarse y ponerse el buzo de entrenador. Primero fue coordinador de inferiores y luego asumió la Primera en 2025.
Uno de los momentos más recordados de su etapa como jugador fue el penal decisivo “picado” en la final por la permanencia ante San Miguel en 2013, acción que salvó a Luján del descenso a la Primera D y quedó grabada en la memoria de los hinchas.