16/12/2025 - Edición Nº1043

Deportes


En Bragado

Boca Juniors y el día que Guillermo Coppola entró a la cancha como un titular más

05/12/2025 | El exrepresentante de Diego Maradona jugó con Oscar Ruggeri y Hugo Gatti un partido amistoso.



El 12 de octubre de 1980 quedó grabado en la memoria de Guillermo Coppola, no solo como su cumpleaños número 39, sino también como el día en que vivió una de las experiencias más insólitas en su vida ligada al fútbol. Y eso que estuvo muchos años al lado de Diego Maradona.

Ese día Coppola encontró una alianza especial con el plantel de Boca Juniors, que decidió hacerle un peculiar regalo de cumpleaños: una foto con el equipo titular antes de un amistoso en la ciudad de Bragado.

Lo que comenzó como un simple gesto de camaradería, pronto se transformó en una experiencia única, cuando el entonces entrenador de Boca, Antonio Rattín, decidió hacerlo ingresar al campo de juego, permitiéndole jugar unos minutos del partido, a pesar de tener cero experiencia profesional en el fútbol.


Guillote Coppola con la camiseta de Boca.

Durante el amistoso contra Sportivo Bragado, en el marco de un triangular, Boca se imponía cómodamente por 4-0, gracias a los goles de Norberto "Beto" Outes. En ese contexto, los jugadores del equipo le dijeron a Rattín que Coppola ingresara al campo de juego.

Al entrar en reemplazo de Outes, los hinchas no daban crédito a lo que veían, y en medio de risas y confusión, Coppola se convirtió momentáneamente en futbolista del Xeneize. Llegaron a confundirlo con el chofer del colectivo.

Bajo el nombre de Jorge Insfrán en la planilla, Coppola intentó controlar un pase que desafortunadamente terminó saliendo del campo. Pero el momento memorable llegó cuando, en su segunda jugada, logró rematar una pelota que impactó en el palo, casi a punto de marcar un gol soñado.

A pesar de ser un partido amistoso, la inclusión de Coppola en el partido no fue bien vista por el presidente xeneize, Alberto J. Armando. La participación de Coppola en este partido sigue siendo recordada como una de las historias más llamativas y bizarras en el fútbol argentino.