04/12/2025 - Edición Nº1031

Política

Derechos Humanos

Negacionismo inaceptable: Baños renunció tras el escándalo en la ONU

04/12/2025 | El subsecretario de Derechos Humanos de la Nación dejó el cargo días después de poner en duda los 30 mil desaparecidos ante la ONU. Su salida obliga al Gobierno a recomponer su postura política en el plano internacional.



La renuncia de Alberto Baños no fue una sorpresa dentro del Ministerio de Justicia, pero sí la confirmación de un deterioro institucional acelerado. Todo comenzó cuando hace poco menos de un mes, el subsecretario de Derechos Humanos irrumpió en la ONU con un discurso que rompió con cuatro décadas de política exterior argentina en la materia.

El quiebre diplomático que dejó expuesto al Gobierno

Frente al Comité contra la Tortura, Baños negó la cifra de 30 mil desaparecidos, aseguró que había sido “ideada para acceder a subsidios económicos” y acusó a los organismos de derechos humanos de querer “poner de rodillas” a la Argentina. La intervención desconcertó a buena parte de los expertos internacionales, que esperaban evaluar temas como la represión de la protesta o el endurecimiento del sistema carcelario y se encontraron con una diatriba de tono negacionista.

Fue la primera vez que un funcionario de ese rango llevó un discurso de ese tenor a un ámbito multilateral. Y dejó al Gobierno en una posición delicada: tensionó la relación con organismos internacionales y puso en cuestión el compromiso histórico del país con la memoria, la verdad y la justicia.

La caída interna y la necesidad de recalibrar la política de DDHH

El episodio tuvo consecuencias rápidas. Cuando esta semana se definió la delegación que representaría al país ante la Corte Interamericana de Derechos Humanos en Costa Rica, Baños fue excluido. En su lugar viajó Alfredo Vitolo, una señal inequívoca de que ya no contaba con respaldo interno ni margen de maniobra.

Su gestión, breve pero conflictiva, había profundizado tensiones por el vaciamiento de áreas sensibles como Sitios de Memoria, el Archivo Nacional de la Memoria y las querellas de lesa humanidad. También coincidió con el cierre del Centro Cultural Haroldo Conti, despidos masivos y el deterioro de instituciones emblemáticas como el Museo Sitio de Memoria Ex ESMA, que debió reducir su funcionamiento por falta de personal.

A pesar de esto, Baños eligió negar el retroceso. “Es falso que se hayan dejado de lado las políticas de memoria, es falso que se hayan cerrado sitios de memoria, es falso que estén abandonados”, sostuvo en Ginebra, en abierta contradicción con los hechos.

Su renuncia abre ahora un interrogante político: cómo reconfigurará el Gobierno un área que perdió credibilidad interna y enfrentó su mayor crisis externa en años. La Secretaría de Derechos Humanos deberá reconstruir su interlocución internacional y recomponer relaciones dañadas, mientras el ministro Mariano Cúneo Libarona afronta la tarea de estabilizar una estructura golpeada y volver a alinearla con los compromisos históricos del Estado argentino.