17/12/2025 - Edición Nº1044

Internacionales

Clima inversor

Carlos Slim se acerca a Claudia Sheinbaum: qué pide a cambio para invertir

04/12/2025 | El acercamiento al gran empresariado convive con temores por reformas que erosionan la seguridad jurídica y frenan decisiones de inversión.



La estrategia de la presidenta Claudia Sheinbaum para reactivar la economía mexicana se apoya en un acuerdo con figuras empresariales de alto calibre, encabezadas por Carlos Slim y Bernardo Gómez. La creación del nuevo Consejo del Sector Privado pretende restaurar el diálogo y acelerar inversiones en infraestructura, energía y servicios en un contexto marcado por el retroceso de la actividad económica. El Ejecutivo busca dar una señal de apertura tras años de tensiones acumuladas entre Gobierno e iniciativa privada.

El llamado ocurre mientras la inversión fija bruta registra caídas sostenidas, la industria pierde dinamismo y el país enfrenta presiones externas como la revisión del TMEC en 2026. Las autoridades aspiran a que una mayor interlocución con el sector empresarial reduzca la desconfianza y habilite proyectos estratégicos del Plan México, que aspira a movilizar cientos de miles de millones de dólares en distintos sectores. Sin embargo, la brecha entre las intenciones oficiales y la percepción corporativa aún persiste.

México


México, oficialmente los Estados Unidos Mexicanos, es un país de América del Norte.

Condiciones y tensiones

Las principales cámaras empresariales reconocen la necesidad de un mecanismo de cooperación, pero mantienen reservas frente a los efectos de reformas que, según sus análisis, han debilitado la seguridad jurídica. La reforma judicial, los cambios en organismos autónomos y ciertas modificaciones regulatorias han creado un clima de incertidumbre que ralentiza la toma de decisiones y eleva el costo de comprometer capital a largo plazo. En ese entorno, incluso proyectos atractivos requieren garantías adicionales para avanzar.

Los compromisos anunciados por el Gobierno buscan disipar temores mediante una ley específica para inversiones en infraestructura, que establecería reglas más claras para la colaboración público-privada. Aunque la propuesta pretende consolidar un marco estable, las empresas señalan que cualquier legislación será insuficiente si no se acompaña de señales consistentes en materia de independencia institucional y respeto a contratos. La distancia entre discurso y práctica es, para muchos, la variable crítica que aún impide una mayor movilización de recursos.

Escenarios para la inversión

Si el Ejecutivo logra traducir sus acercamientos en un entorno regulatorio más previsible, México podría revertir la caída inversora y aprovechar su posición estratégica en la región, especialmente ante el reordenamiento global de cadenas de suministro. El respaldo de actores como Slim o Gómez daría volumen político y operativo a proyectos que requieren coordinación compleja y financiamiento robusto. La oportunidad existe, pero depende de decisiones que fortalezcan la credibilidad institucional.

Un escenario menos favorable implicaría que la incertidumbre persista y los anuncios queden desdibujados frente a dudas sobre la capacidad real del Gobierno para garantizar estabilidad. En ese caso, el Consejo del Sector Privado correría el riesgo de convertirse en un mecanismo consultivo sin impacto estructural. La tensión entre voluntad política y fragilidad institucional será, en última instancia, el factor que determine la profundidad del ciclo inversor que Sheinbaum aspira a inaugurar.