07/12/2025 - Edición Nº1034

Internacionales

Elección tensa

Nasry Asfura al filo en Honduras: qué revelan las miles de actas bajo sospecha

05/12/2025 | Asfura mantiene una ventaja estrecha mientras miles de actas con inconsistencias retrasan la confirmación del ganador. Washington sigue el proceso de cerca.



La elección presidencial de Honduras entró en una fase crítica tras confirmarse que Nasry Asfura, respaldado por Donald Trump, sostiene una ventaja mínima frente a Salvador Nasralla. Con más del 86 por ciento de las actas procesadas, el margen entre ambos candidatos es insuficiente para declarar un resultado definitivo, lo que prolonga la incertidumbre en un país habituado a disputas poselectorales. Las autoridades pidieron calma mientras se repasa un bloque significativo de votos con inconsistencias.

El escenario se complejizó cuando la misión electoral confirmó que entre el 14 y el 17 por ciento de las boletas presentan irregularidades que requieren una revisión detallada. En una nación marcada por antecedentes de fallas técnicas y denuncias de fraude, el ritmo del escrutinio volvió a encender alertas sobre la solidez del sistema. La presión política aumentó luego de que Nasralla acusara una presunta "interferencia" de Trump a favor de su rival, algo que añadió tensión al clima postelectoral.

Honduras 


Honduras es un país centroamericano con costas del Mar Caribe al norte y el Océano Pacífico al sur. En la selva tropical cerca de Guatemala, el antiguo sitio ceremonial maya de Copán tiene jeroglíficos tallados en piedra y estelas, monumentos de piedra altos. En el Mar Caribe se encuentran las Islas de la Bahía, un destino de buceo que forma parte de la Barrera de Coral Mesoamericana de 1.000 km de largo.

Transparencia bajo presión

La observación internacional juega un rol determinante en esta fase, especialmente tras la declaración del subsecretario de Estado estadounidense, Christopher Landau, quien afirmó que "los ojos del mundo" están sobre Honduras. Washington mantiene un seguimiento estrecho del proceso, evaluando eventuales implicaciones geopolíticas derivadas de un triunfo conservador. El mensaje fue interpretado como un recordatorio de que la legitimidad del resultado dependerá del cierre meticuloso de cada etapa del conteo.

En paralelo, el Consejo Nacional Electoral intenta equilibrar la presión externa con la necesidad de garantizar procedimientos rigurosos. La alta proporción de actas observadas explica el ritmo lento de la verificación, que podría extenderse hasta la fecha límite legal del 30 de diciembre. La institución insiste en que solo anunciará al ganador una vez completado el proceso, pero sectores opositores afirman que la demora alimenta sospechas en un contexto de polarización.

Riesgos y escenarios

El estrecho margen entre los candidatos alimenta escenarios diversos que van desde una transición relativamente controlada hasta un conflicto político en caso de impugnaciones masivas. Honduras carga con antecedentes recientes de inestabilidad poselectoral, por lo que la reacción social puede volverse un factor decisivo si alguna de las campañas rechaza los resultados finales. Tanto el oficialismo como la oposición han evitado llamados a la movilización mientras se desarrolla la auditoría de votos.

Más allá del desenlace puntual, este proceso puede redefinir las alianzas del país en materia de seguridad, cooperación con Estados Unidos y orientación económica. Un triunfo de Asfura podría interpretar un giro hacia posiciones conservadoras dentro de un entorno regional en transformación, mientras que una victoria de Nasralla abriría un ciclo incierto en torno a reformas institucionales. La clave, coinciden analistas, radica en la credibilidad del desenlace y en la capacidad del sistema electoral para sostenerlo.