La selección argentina será cabeza del Grupo J de la Copa Mundial de Fútbol 2026 que se jugará en Estados Unidos, México y Canadá. Uno de sus rivales será Austria, que vuelve a un Mundial casi 30 años después.
Con su empate a 1-1 frente a Bosnia-Herzegovina en noviembre de 2025, el combinado austriaco se aseguró el primer puesto de su grupo en la competición preliminar europea.
En las eliminatorias europeas, Austria compartió el Grupo H con Bosnia-Herzegovina, Rumanía, Chipre y San Marino. Tuvieron un arranque demoledor y ganaron sus primeros cinco partidos, incluido el histórico 10-0 que infligieron a San Marino en octubre de 2025 y que se convirtió en la mayor goleada lograda nunca por el combinado austriaco.
Marko Arnautovic destacó especialmente en aquel encuentro, con cuatro tantos que le permitieron erigirse en el máximo goleador histórico de su selección nacional. Cuando la selección ya se veía en el Mundial, una derrota en Rumanía devolvió la emoción al grupo, dado que Austria recibía en la última jornada a una Bosnia-Herzegovina con la que no podía permitirse perder.

En el decisivo encuentro, celebrado el 18 de noviembre de 2025 en el Estadio Ernst Happel, Bosnia metió el miedo en el cuerpo a la hinchada local cuando se adelantó en el marcador al comienzo de la primera parte, pero Michael Gregoritsch igualó (1-1) propiciando así el ansiado regreso de Austria a la Copa Mundial de la FIFA.
Para eso hay que remontarse a Francia 1998. En aquel certamen, la selección dirigida por Herbert Prohaska se enfrentó en el Grupo B a Italia, Camerún y Chile. Cabe destacar que los tres goles de Austria en la cita francesa llegaron en el tiempo extra de cada uno de sus partidos.
Después de empatar a 1-1 con Camerún y Chile, los austriacos cayeron por 2-1 frente a Italia en la última jornada de la primera fase, por lo que, con dos puntos en su casillero y un gol menos que el conjunto sudamericano, se vieron relegados a una tercera plaza que los dejaba fuera de la competición.

Ralf Rangnick tomó las riendas de Austria a finales de abril de 2022. A sus 65 años, el alemán cuenta con décadas de experiencia como entrenador y como director deportivo, y ha desempeñado su oficio en clubes de la talla del Stuttgart, Hannover 96 y TSG Hoffenheim, entre otros. En 2011, durante su segunda etapa en el Schalke 04, los suyos conquistaron la Copa de Alemania.
Entre 2012 y 2019 contribuyó de manera decisiva al éxito del RB Leipzig en calidad de director deportivo —y, en parte, también como entrenador— y allanó el camino del club sajón hasta el ascenso a la Bundesliga.
En 2019 volvió a alcanzar la final de la Copa de Alemania. Conocido internacionalmente como uno de los pioneros de la presión alta, Rangnick dirigió de forma interina al Manchester United durante una breve etapa poco antes de hacerse cargo de la selección austriaca.