El acuerdo legislativo que Axel Kicillof logró tras intensas negociaciones en la Legislatura bonaerense para aprobar un paquete de endeudamiento enfrenta ahora un obstáculo inesperado y potencialmente explosivo: el Gobierno nacional podría no autorizar la emisión de deuda en dólares, tal como advirtió el ministro Luis Caputo al citar la Ley de Responsabilidad Fiscal (LRF) sancionada en 2004.
La advertencia no solo pone en jaque la estrategia financiera de la Provincia sino que deja al borde del colapso el pacto político que permitió la ampliación del directorio del Banco Provincia (BAPRO) y la distribución de cargos entre oposición y oficialismo. Esos nombramientos -aún pendientes de la firma del Ejecutivo bonaerense- podrían directamente no concretarse si la operación de deuda no obtiene la luz verde nacional.
La Legislatura autorizó a la Provincia a tomar nueva deuda en moneda extranjera para cubrir necesidades del ejercicio, pero Caputo señaló que esa operación podría violar varios artículos de la Ley de Responsabilidad Fiscal:
Caputo fue categórico: “No está claro que esto sea legal”, dejando abierta la posibilidad concreta de bloquear la operación.
Si Nación niega la autorización, el endeudamiento queda en suspenso. Y con él, todo el ecosistema político construido alrededor del pacto legislativo.
El endeudamiento aprobado en el Senado fue parte de una negociación más amplia: a cambio de los votos opositores, el oficialismo accedió a ampliar el directorio del Banco Provincia y ceder espacios a fuerzas ajenas al peronismo. Ese acuerdo incluyó nombres propios que hoy quedaron en el aire.
Con el freno del Gobierno nacional, Kicillof evalúa no avanzar con las designaciones opositoras, argumentando que el pacto legislativo “no se cumplió en su totalidad” y que no corresponde completar el reparto sin garantías sobre el financiamiento.
El resultado es un limbo político que ya genera tensión en todos los bloques.
Los dirigentes que hoy están en riesgo de quedar fuera del nuevo directorio del Banco Provincia -a pesar de haber sido votados sus pliegos- son:
Todos dependían de un decreto provincial que, ante la incertidumbre por la deuda, Kicillof podría no firmar.
En La Plata reconocen que, sin endeudamiento efectivo, la Provincia queda sin herramientas financieras para afrontar vencimientos inmediatos. Pero también admiten que conceder cargos estratégicos en el BAPRO a fuerzas opositoras sin obtener el financiamiento prometido sería políticamente inviable para el oficialismo.
La oposición, en cambio, considera que el Gobierno provincial está incumpliendo un compromiso central y advierte que, si las designaciones no se materializan, podría romperse la relación de diálogo que permitió aprobar la deuda en la Legislatura.
El conflicto escala porque del otro lado, Nación se mantiene firme: la Ley de Responsabilidad Fiscal no habilitaría la operación en las condiciones actuales, y la Provincia no puede emitir un solo dólar sin el aval del Ministerio de Economía.
La tensión deja tres efectos inmediatos:
Mientras tanto, el oficialismo sostiene que actuará “con responsabilidad fiscal” y que no convalidará nombramientos si la operación financiera no prospera.