Este viernes el gobernador Maximiliano Pullaro, el ministro de Justicia y Seguridad provincial Pablo Cococcioni y la flamante ministra de Seguridad nacional, Alejandra Monteoliva, mantuvieron una reunión de coordinación de trabajo y análisis del despliegue conjunto que desde hace dos años llevan adelante las fuerzas de seguridad provinciales y federales en el marco del Plan Bandera.
El encuentro se realizó durante la tarde en la sede de Gobierno en Rosario y coincidió con la primera visita oficial de Monteoliva como ministra de Seguridad de la Nación, en reemplazo de la recientemente electa senadora nacional Patricia Bullrich.
“A los rosarinos quiero transmitirles que el Plan Bandera es una prioridad, que se fortalece día a día y que el esfuerzo de Nación se suma al trabajo de la Provincia. Entendemos que es la única manera para seguir generando los resultados que tenemos hasta el momento”, expresó Monteoliva en conferencia de prensa.

Cococcioni, por su parte, valoró la continuidad del esquema de trabajo conjunto y destacó la formación técnica de la nueva ministra: “Es una persona sumamente preparada y con la cual hace un año y medio veníamos trabajando codo a codo. Es una parte fundamental, ella y su equipo, de los resultados que se han logrado en Santa Fe, particularmente en Rosario, en la reducción de los terribles indicadores de violencia que hemos recibido en diciembre de 2023”.
Monteoliva reafirmó que “para nosotros es fundamental tener presencia y acompañamiento permanente en la ciudad de Rosario. El Plan Bandera es parte de nuestros ejes fundamentales de gobierno”.
Además de Pullaro, Cococcioni y Monteoliva, participaron del encuentro Martín Ferlauto (secretario de Seguridad), Federico Angelini (subsecretario de Intervención Federal), Germán Pugnaloni (director de Normativa y Enlace con la Justicia) y otros funcionarios.
La fiscal general María Cecilia Vranicich también mantuvo su primer encuentro de trabajo con Monteoliva en Rosario, en el marco de la visita institucional de la funcionaria nacional.
Durante la reunión, ambas autoridades coincidieron en fortalecer la articulación que vienen desarrollando desde el inicio de la gestión nacional y destacaron los resultados ya obtenidos.

Vranicich remarcó que “los Ministerios Públicos Fiscales deben trabajar coordinadamente con los demás poderes del Estado, de los distintos niveles, fundamentalmente con los ministerios de Seguridad, tanto de Nación como de Provincia. De esa manera venimos trabajando y con la misma lógica continuaremos”.
Monteoliva ratificó que el Plan Bandera seguirá siendo un eje central en la estrategia conjunta entre Nación y Provincia para sostener la baja de violencia en Rosario.
El Plan Bandera es y seguirá siendo nuestra prioridad. Seguimos trabajando, espalda con espalda, por todos los rosarinos. ¡Gracias, Romina! https://t.co/V7htXTD1wB
— Alejandra Monteoliva (@AleMonteoliva) December 5, 2025
"El Plan Bandera es y seguirá siendo nuestra prioridad. Seguimos trabajando, espalda con espalda, por todos los rosarinos", publicó la ministra de Seguridad en la red social X (antes Twitter).
La agenda compartida apunta a reforzar las capacidades de investigación, respuesta y presencia territorial frente a los desafíos persistentes que enfrenta Rosario.
En marzo de 2024, Rosario quedó nuevamente en el centro de la escena nacional tras una seguidilla de crímenes que expuso la capacidad de daño de las organizaciones narco que operan en la ciudad. En pocos días, un colectivero fue asesinado durante un ataque directo, un playero de estación de servicio fue ejecutado frente a las cámaras y se registraron agresiones a comerciantes y amenazas a trabajadores esenciales. Los hechos mostraron un salto cualitativo en la violencia criminal: se trataba de golpes con fuerte impacto simbólico, diseñados para sembrar miedo social y desafiar al Estado.
La sucesión de crímenes generó un cimbronazo político inmediato. El gobierno provincial declaró la emergencia y reforzó turnos, operativos y presencia en los barrios más calientes, pero la dinámica de los ataques evidenció que la provincia no podía enfrentarlos sola. La presión social escaló y el tema se convirtió en prioridad nacional, empujando al gobierno de Javier Milei a tomar cartas en el asunto, incluso en medio de tensiones internas y debates sobre federalización de competencias.
Ante la gravedad de la situación, el Ministerio de Seguridad de la Nación -entonces encabezado por Patricia Bullrich- ordenó el envío urgente de fuerzas federales adicionales, entre ellas Gendarmería, Prefectura y Policía Federal. Se activaron patrullajes coordinados, retenes en accesos estratégicos y operativos focalizados en zonas dominadas por bandas que disputan el territorio. También se desplegaron equipos de investigación y análisis criminal para asistir a fiscales provinciales que trabajaban bajo una presión inédita.
La respuesta nacional incluyó además una mesa de coordinación permanente con el Ministerio de Seguridad santafesino y el Ministerio Público de la Acusación, que buscó ordenar información, acelerar investigaciones y proteger a trabajadores esenciales amenazados. Aquella ola de violencia marcó un punto de inflexión: forzó una presencia federal más robusta y terminó de moldear el actual Plan Bandera, el dispositivo conjunto que este jueves la ministra Alejandra Monteoliva ratifica como uno de los ejes centrales de la estrategia de seguridad en Rosario.
TM