Tregua peronista en PBA: qué acordaron Kicillof, La Cámpora y el massismo

La aprobación exprés del endeudamiento bonaerense terminó de acomodar el tablero político alrededor de Axel Kicillof, que venía de meses de tensiones internas tras la derrota de octubre y la carta de Cristina Kirchner. El mandatario consiguió los votos para el Presupuesto 2026, la Ley Fiscal y la autorización para tomar deuda, y con eso desactivó –al menos por ahora– la guerra de poder entre camporistas, massistas y kicillofistas.

En ese marco, el gobernador decidió congelar cambios en el Gabinete, incluso cuando ya se daba por hecha la salida del ministro de Infraestructura, Gabriel Katopodis, que debía asumir como senador provincial. Finalmente, Katopodis jurará la banca el lunes pero pedirá licencia para seguir en el cargo, mientras que la camporista Roxana López lo reemplazará en la Cámara alta. Es un triunfo político para Kicillof, que evita desordenar su equipo en la recta final de mandato.

Para sostener la unidad, el mandatario cedió lugares clave en el Banco Provincia, cuya reforma estructural fue moneda de cambio. El massismo sumó a Javier Bordoni y Javier Osuna; La Cámpora colocó a Rodrigo Rodríguez y mantuvo a Laura González; y el propio kicillofismo reforzó presencia con Julio Pereyra, Carlos “Cuto” Moreno, Alejandro Formento y Carlos Orsingher. La señal fue clara: reparto ampliado para contener a todos.

El único cambio formal fue la salida de Alberto Sileoni de Educación, reemplazado por Flavia Terigi, una movida que ya venía cocinada. El resto del Gabinete se mantiene: Martín Mena en Justicia, Florencia Saintout en el Instituto Cultural, Nicolás Kreplak en Salud, Daniela Vilar en Ambiente y Martín Marinucci en Transporte. Incluso comenzó a evaluarse trasladar la gestión de los puertos a esa cartera, un viejo reclamo del massismo.

Con la interna momentáneamente aplacada, quedan abiertas batallas mayores: la disputa por la conducción del PJ bonaerense, la integración pendiente de la Suprema Corte provincial y la pelea por el liderazgo peronista rumbo a 2027. Kicillof ganó aire, pero la tregua es frágil: la mesa tripartita con La Cámpora y el Frente Renovador sigue sin una jefatura definida y todos quieren cobrar su voto afirmativo al endeudamiento.