El abogado Maximiliano Rusconi, defensor del exministro Julio De Vido, reiteró que el pedido de arresto domiciliario “debería resolverse antes de la feria judicial” y afirmó que “no existe una sola razón” para mantenerlo en prisión. Sostuvo que el trámite presenta defectos procesales y que la situación sanitaria del exfuncionario vuelve imprescindible el cambio de modalidad de detención.
El letrado insistió en que “la pena prescribió en diciembre del año pasado”, y denunció que esa circunstancia no fue tenida en cuenta por los jueces intervinientes. “La primera inmoralidad es que se trata de un caso prescripto. Julio está cumpliendo una condena que no debió ejecutarse”, planteó, al tiempo que calificó el tratamiento judicial del expediente como una muestra de “sesgo político”. Según su interpretación, “antes el derecho penal castigaba a los vulnerables; ahora castiga a líderes políticos que representaron un modelo social distinto”.
El defensor enfatizó que De Vido supera los 70 años y es diabético insulinodependiente, condiciones que -según explicó- justifican plenamente la concesión del arresto domiciliario. “Julio tiene una enorme dignidad, pero no hay una sola razón médica ni jurídica para negarle la medida”, manifestó.
Relató además que los primeros días de alojamiento en el Servicio Penitenciario Federal fueron “muy difíciles”, aunque la situación mejoró en la unidad donde se encuentra actualmente. Indicó que las comunicaciones se realizan mediante tarjetas telefónicas específicas y que el equipo de defensa continúa gestionando los permisos necesarios para concretar la modalidad domiciliaria.
Rusconi anticipó que esperan una resolución antes de la feria, con el objetivo de evitar nuevas demoras que prolonguen lo que considera una situación irregular. “Estamos luchando, como mínimo, para que permitan el arresto domiciliario”, afirmó, y señaló que el planteo también busca beneficiar a otros imputados y condenados en condiciones similares.
El jurista volvió a criticar con dureza el expediente conocido como causa Cuadernos. A su juicio, “en esa causa están violadas todas las garantías en un mismo proceso”. Sostuvo que los procedimientos y las pruebas presentan falencias que la defensa ya objetó ante distintos tribunales, sin haber obtenido hasta el momento una respuesta favorable.
La estrategia jurídica de De Vido se concentra actualmente en los pedidos de revisión, el planteo de prescripción y la situación de salud del exministro, mientras aguardan una definición que podría modificarse antes del receso de verano.
GZ