07/12/2025 - Edición Nº1034

Cultura


Danza

Pablo Rotemberg rompe paradigmas en la escena contemporánea

06/12/2025 | El artista repasó su llegada a la danza, sus obras emblemáticas y su regreso al escenario.



Pablo Rotemberg, director, coreógrafo, músico y docente recordó junto a la periodista Marysol Falbo en El Living de NewsDigitales que su llegada a la danza fue una experiencia áspera. El artista confesó: “En general la pasaba mal porque las exigencias que me pedían yo no las podía satisfacer, sentía que no era lo suficientemente bueno”

Esa sensación de desajuste lo acompañó durante años, en un ambiente donde los varones eran pocos y los prejuicios, muchos. El quiebre llegó con un encuentro decisivo: “Fue un antes y un después cuando lo conocí a Gerardo Litvak (…) y él me propuso hacer un solo que se llamó ‘Un Monstruo’”.

Ese proceso lo cambió como creador: “Fue un trabajo muy interesante porque, a diferencia de los anteriores, que más bien había que hacer lo que decía el coreógrafo, con Gerardo era un trabajo mutuo”.

La larga batalla por “La era del cuero

Otro tramo clave de su historia es "La era del cuero", una obra que solo existió gracias a una insistencia casi épica. “La era del cuero, que es una obra que yo hice para el Complejo Teatral de Buenos Aires, para el Teatro San Martín, después de estar años solicitándoles a los diferentes directores que conocí un espacio”, relató el director. 

Su reclamo era simple: poder crear con un elenco elegido por él para un proyecto de malambo. La respuesta positiva llegó y ese apoyo permitió concretar un sueño que, según Rotemberg, reveló algo fundamental del público porteño: “Hay interés por ver danza también por fuera del marco del ballet”.

El regreso al escenario y una obra que vuelve a exponer su mirada

Rotemberg también conectó su presente con su historia estética. Sobre "Mi joven vida tiene un final", dijo que su vuelta al escenario surgió de un impulso inesperado: “Me pregunté por qué dejé yo de estar en escena si a mí me encanta”. Rotemberg también definió el espíritu de la pieza: “Es un trabajo muy despojado. Somos tres cuerpos y un piano. No hay artificios”.

Su conexión con el cine es ineludible: “Me sé 'Sunset Boulevard' de memoria y está en mi cabeza siempre, aunque no haga una reversión, es parte de la inspiración y homenaje”.

En su lectura del presente, el coreógrafo fue tajante: “La gente no quiere ver cuerpos viejos en escena porque no quiere verse a sí misma en el futuro”. Sobre su vínculo con la creación, cerró con su propia regla, esa que sostiene todas sus obras, desde "La idea fija" hasta hoy: “Las cosas se hacen o no se hacen. Si no vas a ganar plata, ya lo sabés de entrada. Pero hay que hacer”.