16/12/2025 - Edición Nº1043

Sociedad


Salud alimentaria

El alfajor clásico argentino bajo la lupa: qué revelan sus 294 calorías

07/12/2025 | Un snack criollo de 85 grs. puede presentar altos niveles de azúcares y grasas saturadas. Aunque brinda energía rápida, nutricionistas advierten que su composición puede impactar en la salud cuando se consume con frecuencia.



Un simple alfajor de 85 gramos -uno de los formatos más comunes en el mercado argentino- contiene unas 294 calorías, según el rótulo nutricional presente en sus envoltorios. Este tipo de snack, habitual en kioscos, estaciones de servicio y supermercados, es uno de los productos más consumidos del país y viene ganando protagonismo en los debates sobre alimentación por su composición nutricional.

De acuerdo con los datos de la etiqueta, cada alfajor aporta 49 gramos de carbohidratos, de los cuales 32 corresponden a azúcares totales y 29 a azúcares añadidos, una cifra que supera ampliamente lo recomendado para una colación diaria. Esta concentración explica su fuerte impacto en los niveles de glucosa, especialmente en personas con restricciones dietarias o predisposición a enfermedades metabólicas.

En materia de grasas, el producto incluye 9 gramos en total, con 5 gramos de grasas saturadas, lo que equivale al 23% del valor diario sugerido. Este componente es uno de los principales motivos por los que los alfajores se clasifican como alimentos de consumo ocasional. En contraste, el nivel de sodio resulta moderado: 110 miligramos por unidad, por debajo de otros snacks ultraprocesados. El aporte proteico, de 4,3 gramos, es acorde al tipo de producto.

Un análisis más allá del envoltorio

La estructura del alfajor -baño blanco con ligera cristalización, tapitas blandas y un núcleo abundante de dulce de leche o chocolate- responde a una receta tradicional que prioriza textura y sabor sobre su perfil nutricional.

Entre los puntos favorables, los especialistas destacan que se trata de un alimento capaz de brindar energía inmediata, útil en situaciones de desgaste físico o cuando se requiere un refuerzo calórico rápido.

Sin embargo, los aspectos negativos pesan más: su alto contenido de azúcares puede facilitar el exceso diario sin que el consumidor lo note, mientras que la cantidad de grasas saturadas puede influir en marcadores metabólicos como el colesterol LDL y los triglicéridos si se consume de manera habitual.

En síntesis, los alfajores siguen ocupando un lugar emblemático en la cultura alimentaria argentina, pero los nutricionistas recomiendan incorporarlos solo de forma esporádica y dentro de una dieta equilibrada.