08/12/2025 - Edición Nº1035

Política

Nuevo Congreso

Guerra fría por los despachos: el nuevo mapa de poder que reordena el Congreso

07/12/2025 | La disputa por oficinas en Diputados y el escándalo en el Senado revelan el impacto del recambio legislativo



Como ocurre en cada recambio legislativo, el Congreso vuelve a encender una silenciosa -y a veces brutal- batalla por los despachos. La renovación del mapa parlamentario reconfiguró las jerarquías internas, alteró el uso y la costumbre de años, y dejó a algunos bloques históricos frente a una amenaza directa: perder espacios físicos que durante décadas consideraron propios.

El conflicto estalló primero en el Senado, donde el margen edilicio es más amplio que en Diputados pero los roces políticos suelen ser más ásperos. La senadora fueguina Cristina López presentó una denuncia penal por lesiones, amenazas y agresiones sexuales contra personal de seguridad de la Cámara alta. La causa recayó en el Juzgado Federal II, a cargo del juez Sebastián Ramos.

Según el escrito judicial, la legisladora acusa a la vicepresidenta Victoria Villarruel de ingresar a su despacho, ordenar el cambio de cerradura, fajar la puerta y retirar su placa identificatoria. El episodio derivó en un forcejeo que, según López, incluyó empujones, golpes y manoseos. “Nada justifica la agresión que sufrió la senadora”, sostuvo su abogado, Pablo Tosco, quien además denunció que los efectos personales de su clienta fueron retirados en bolsas de residuos y abandonados en un pasillo del Congreso.

En la Cámara de Diputados, la tensión es menos estruendosa pero igual de profunda. La pelea se cocina a fuego lento y tiene un eje central: los despachos del Palacio Legislativo, un privilegio reservado a los bloques con mayor peso institucional. Durante años, el peronismo ocupó uno de los salones más codiciados del tercer piso, mientras que la UCR administró históricamente varios despachos en el segundo nivel. Sin embargo, el mapa cambió por completo tras la nueva composición.

El radicalismo, que supo tener más de cien legisladores en tiempos de Raúl Alfonsín y Fernando De la Rúa, quedó reducido a apenas seis bancas propias. Rodrigo de Loredo, presidente del bloque saliente, deja un despacho con sala de reuniones que es considerado una de las joyas del Palacio.

Según la tradición interna, ese espacio debería quedar para Pamela Verasay, quien asumirá la conducción del bloque. Pero la costumbre choca con la nueva realidad: La Libertad Avanza desembarcó con 95 diputados, se convirtió en primera minoría y no cuenta con oficinas adecuadas para su presidente de bloque. El despacho asignado inicialmente quedó en manos de Oscar Zago, el primer jefe libertario en la Cámara.

La bancada oficialista festeja no solo su crecimiento numérico sino también la reelección de Martín Menem al frente de Diputados, un escenario que antes de las elecciones parecía incierto. Con apoyo de socios parlamentarios, LLA logró además retener el control de la conformación de comisiones, un factor clave para definir la dinámica legislativa.

A pesar de la rivalidad política, las autoridades de la Cámara anticipan que Unión por la Patria será el bloque que menos modificaciones sufrirá en su estructura interna: mantuvo su cantidad de bancas y, por lo tanto, debería conservar los mismos despachos que ocupó durante los últimos años.

El PRO también se encuentra en la mira. Pasó de ser la principal fuerza de Juntos por el Cambio a quedar reducido a 12 bancas, tras una fuga de dirigentes hacia La Libertad Avanza y otros espacios. Los despachos que ocupaban cuando eran fuerza dominante hoy están bajo revisión, en un contexto donde el oficialismo pretende reorganizar el reparto según la representación actual.

Consciente del delicado equilibrio político, el oficialismo administra los tiempos para evitar rupturas con aliados estratégicos. Pero también deja en claro una premisa: los espacios del Congreso deberán ajustarse a los números reales del recinto. La disputa por los despachos, que parece menor a simple vista, funciona como un termómetro del verdadero reacomodamiento de poder en la nueva etapa parlamentaria.

GZ