14/12/2025 - Edición Nº1041

Policiales

Pidió que sean destituidos

“Son unos burros”: Facundo Macarrón celebró el jury a los tres fiscales del caso Dalmasso

07/12/2025 | El hijo de Nora cuestionó duramente a los tres primeros fiscales de la causa, reclamó su destitución y apuntó otra vez contra el parquetista Roberto Bárzola, tras el reciente sobreseimiento por prescripción: “No se va a enmendar el daño gravísimo que ha hecho una persona que violó y mató a mi mamá y sigue suelto”



Facundo Macarrón volvió a hablar después de que se confirmara el jury contra los tres primeros fiscales que investigaron el crimen de su madre, Nora Dalmasso, asesinada en Río Cuarto en 2006. Desde ese punto de partida, lanzó una crítica frontal al rol de la Justicia cordobesa y sostuvo que, a casi dos décadas del femicidio, el hombre que “violó y mató” a su mamá continúa en libertad.

En declaraciones a Radio Con Vos, Macarrón definió sin matices a los funcionarios que tuvieron a su cargo las primeras etapas de la instrucción: “Son unos burros, cometieron barbaridades y tienen que ser destituidos”.

El jury se dirige contra Javier Di Santo, Daniel Miralles y Luis Pizarro, a quienes responsabiliza por el desvío del expediente: “Es un gran acto democrático por parte de las instituciones, pero no se va a enmendar el daño gravísimo que ha hecho una persona que violó y mató a mi mamá y sigue suelto”, remarcó.

Facundo describió la actuación de los fiscales con una imagen contundente: “Tenemos fiscales en Río Cuarto que son monos con navaja. Tienen en su poder la vida y la libertad de la gente y siguieron actuando como si nada, por más que cometieron delitos enormes en sus funciones. Esta no es la única causa que termina mal”.

Facundo Macarrón con su mamá Nora, su papá Marcelo y su hermana Valentina. 

Según planteó, el problema no fue solo técnico sino también cultural y político: “Se dejaron llevar por prejuicios sociales y por presión mediática, abandonaron el mandato constitucional. Estos tres fiscales han cometido grandes barbaridades, han destruido muchísimas familias. No pueden seguir en sus cargos, esperamos su destitución”.

A pesar de la dureza de sus palabras, aclaró que lo que siente no es odio sino otro tipo de peso acumulado: “No siento bronca, siento angustia. Es un sentimiento que lo vengo llevando, que lo venimos llevando con mi hermana, mi padre y la familia de mi mamá, durante todos estos años. Fueron dieciocho años y hace un año supimos lo que creemos que es la verdad después de la prueba”.

En ese contexto, cuestionó con fuerza el reciente fallo que benefició al parquetista Roberto Bárzola. “Esa misma angustia pasó hace un mes cuando la Cámara de Río Cuarto sobreseyó a Bárzola por el simple cálculo matemático de la prescripción. No valoró nada de lo que planteamos, incluso nos dejó sin la posibilidad de hacer un juicio por la verdad”, aseguró.

Macarrón sostuvo que Bárzola llegó a la casa familiar días antes del crimen, llevado por otros obreros para trabajar en la reforma: “Roberto Bárzola era un parquetista que no conocíamos que llegó a la casa familiar días antes del crimen de Nora, traído por uno de los obreros para avanzar en la reforma”. Y vinculó esa presencia con un conflicto doméstico que, según él, quedó acreditado: “Él tuvo una discusión con mi mamá por el polvillo, porque dejaron las puertas abiertas, esto está probado y lo contó mi abuela Nené en el juicio. Mi mamá tenía un carácter muy fuerte, era muy empoderada, y es probable que eso haya sido uno de los motivos, más allá de la violación, de hacer lo que hizo”.

Roberto Bárzola fue identificado por ADN pero está libre porque la causa prescribió. 

También recordó que la propia defensa de su padre había señalado ese camino probatorio: “Quien había sido el abogado de mi papá durante el juicio había señalado al parquetista en aquel momento. En esa defensa, aportó pruebas siempre pensando que fue una violación y muerte. Un forense nos hizo un informe privado como familia y apuntaba a los obreros”.

Facundo ubicó el desvío de la investigación en un momento preciso, cuando los fiscales eligieron otras hipótesis y otros sospechosos: “Antes de que me imputaran a mí, en 2007, existió la marcha del perejilazo a favor de Gastón Zárate, el pintor. Hubo mala praxis judicial cuando todos los cañones lo apuntaron a él. El pueblo se reveló en contra de que fuera un obrero, querían que pagaran los ricos, y por eso los fiscales no fueron nunca más contra un obrero”.

En paralelo, subrayó que había un dato objetivo que marcaba otro rumbo y que fue ignorado: “El FBI había encontrado el ADN completo de una persona y en el informe completo sugería a los fiscales investigar a los obreros, específicamente a Bárzola por haber estado el día del crimen”. Sin embargo, dijo, el expediente eligió otro camino: “Lo tenían en sus narices y decidieron crear hipótesis absurdas como el vuelo de mi papá, la pelea con mi mamá por ser gay, de lo más absurdo y destructivo para una familia”.

Tras el sobreseimiento de Bárzola, la familia Macarrón decidió apelar: “Queremos que haya un juicio oral y público contra Bárzola y se determine o no la culpabilidad, por más que la causa esté prescripta. La prescripción es de 15 años en algo que es gravísimo. Consideramos que hubo violencia institucional al no permitirnos a nosotros como víctimas pedir justicia porque nos persiguieron más de dos tercios del proceso imputados”.

Sobre la estrategia judicial, Facundo explicó que ya recurrieron a una instancia superior: “Apelamos la decisión ante Casación y esperamos un fallo favorable en los próximos meses”. Y destacó el rol que espera de ese tribunal: “Es muy innovador en sentar jurisprudencia, tiene una sala penal en violencia de género de vanguardia. Esperamos que consideren nuestros argumentos que la Justicia cordobesa no consideró, sino iremos hasta la Corte o la Comisión Interamericana de Derechos Humanos”, concluyó.