Antes de que venza su mandato, la exdiputada nacional María Eugenia Vidal volvió a presentar un proyecto de ley para regular y limitar los aumentos salariales de los legisladores nacionales.
Se da en un contexto marcado por la polémica generada tras los incrementos aprobados por senadores a mediados de 2024, que elevaron significativamente sus dietas y reavivaron la discusión sobre los privilegios de la política.
La iniciativa, titulada “Remuneraciones de Legisladores Nacionales”, propone que los aumentos de las dietas y las compensaciones por gastos y representación de diputados y senadores no puedan superar la variación anual de las jubilaciones del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones.
Además, fija un tope a la cantidad de tramos de incrementos, que no podrá ser mayor a la que recibe el personal legislativo.
En los fundamentos del proyecto, Vidal sostiene que el sistema actual -basado en resoluciones conjuntas de las presidencias de ambas cámaras- habilita “la discrecionalidad manifiesta de las autoridades de cada Cámara” para fijar aumentos, algo que considera inadmisible en un país donde “trabajar no garantiza estar por debajo de la línea de pobreza”.
Por otro lado, Vidal afirma que uno de los objetivos centrales es terminar con los privilegios: “Resulta de suma importancia terminar con los privilegios de la política, anclando la actualización de las remuneraciones de los legisladores nacionales a la correspondiente a los haberes del Sistema Integrado de Jubilaciones y Pensiones”.
La propuesta no afecta al personal legislativo del Congreso, que mantiene su régimen propio establecido por la ley 24.600. “Lo que aquí se busca regular, de ninguna manera afecta las remuneraciones del personal del legislativo”, aclara la exlegisladora.
La ley establece tres límites clave para el incremento de las dietas:
Además, fija como remuneración inicial la correspondiente al mes previo a la sanción de la ley y deroga la Ley 22.994, firmada en 1983 por el gobierno militar saliente, que otorgó a los presidentes de ambas cámaras el poder de actualización salarial.
Vidal subraya que esa normativa de la última dictadura es el origen del mecanismo que habilita incrementos automáticos y discrecionales, y remarca: “Es momento de que se elimine el privilegio con el que la política se otorga a sí misma sus aumentos salariales y se termine con una legislación impuesta por un gobierno militar”.
FA