08/12/2025 - Edición Nº1035

Política

Peronismo en tensión

Gobernadores en fuga: el plan anti-Cristina que nadie se anima a firmar

08/12/2025 | Buscan armar un interbloque propio lejos de Cristina Kirchner, pero no logran una foto, un nombre ni una ruptura clara. El fantasma del 2027 y el avance de Javier Milei los deja atrapados entre dos fuegos.



En medio del reacomodamiento opositor, los gobernadores peronistas volvieron a chocar contra su propio laberinto. Intentaron construir un armado legislativo que escapara de la tutela de Cristina Kirchner, pero el proyecto nació incompleto: esta semana se presentará un “interbloque Federal” que apenas reúne a Gustavo Sáenz, Raúl Jalil, Alberto Weretilneck y Hugo Passalacqua, con el interrogante abierto de lo que hará Osvaldo Jaldo, que ya probó los beneficios de jugar con la Casa Rosada.

El problema no es solo la aritmética: es la política. El grupo imaginaba sumar a pesos pesados como Gildo Insfrán, Sergio Ziliotto, Gustavo Melella, Axel Kicillof o Gerardo Zamora, pero ninguno aceptó romper con el sello cristinista. Zamora, incluso, armó un bloque propio en el Senado, pero evitó asociarse a los “rebeldes” que impulsan Jalil y Carolina Moisés. Las fotos hablan: no hubo una sola imagen conjunta de los gobernadores en un mes de negociaciones. Sí hubo, en cambio, imágenes de Diego Santilli viajando a Santiago del Estero para sellar acuerdos con Zamora.

Mientras tanto, desde su casa de San José 1111, Cristina dejó una orden sin matices: “No más fugas”. La reunión con Ricardo Quintela fue un gesto más de ese operativo contención para frenar la disgregación. Pese al mandato, Jalil ya confirmó su ruptura con Unión por la Patria en Diputados, entregándole a Martín Menem la primera minoría. El resto sigue en modo ambivalente: resistencia discursiva, pero sin ruptura formal. Una rebelión sin firma.

Las dudas de los gobernadores tienen una motivación evidente: el 2027. Si rompen con el PJ, ¿con qué estructura van a competir cuando La Libertad Avanza empiece a imponer candidatos propios bajo la bendición de Javier Milei, que viene recuperando imagen en casi todas las provincias? Los más duros reconocen que, en algunos distritos, la ruptura ya es un hecho: Sáenz tiene el PJ intervenido y ningún puente con la conducción nacional. Los demás temen quedar aislados en un juego que conocen demasiado bien.

En ese escenario, Axel Kicillof intenta evitar quedar atrapado entre Máximo y Cristina. No quiere seguir vaciando el bloque de Germán Martínez, porque expondría su propio peso nacional, pero mira de reojo los movimientos de Jalil, Zamora e Insfrán. Aun así, necesita negociar con el Gobierno para sostener la gobernabilidad bonaerense: cargos legislativos, financiamiento y endeudamiento. Como el resto de los mandatarios, juega a dos puntas: independencia discursiva y pragmatismo institucional. Por ahora, la “ruptura” peronista es apenas un borrador que nadie se anima a firmar.