08/12/2025 - Edición Nº1035

Política

Cierre inesperado

Por qué Luis Petri se despide del Ministerio de Defensa con un viaje a la Antártida

08/12/2025 | El ministro viaja al continente blanco antes de asumir como diputado y cierra su gestión con la llegada de los F-16



El ministro de Defensa saliente, Luis Petri, viajará este 9 de diciembre a la Antártida Argentina para cerrar su gestión antes de asumir como diputado nacional. Con este viaje, Petri replica el inicio de su mandato en 2023 y visita nuevamente las bases militares argentinas en el continente blanco, un territorio clave para la política de defensa y la proyección geopolítica del país.

En su carta de despedida dirigida al presidente Javier Milei, Petri resaltó los principales hitos del Ministerio de Defensa durante estos dos años. Entre ellos ubicó la llegada de los aviones F-16, considerada la adquisición militar más importante en cuatro décadas, junto con la modernización de doctrinas, la recuperación de material crítico y el fortalecimiento de ejercicios combinados con países aliados.

El viaje a la Antártida —subrayó— busca destacar su importancia estratégica. Allí, donde aseguró haber “prácticamente comenzado” su gestión, terminará su etapa como ministro recorriendo las instalaciones científicas y militares que Argentina mantiene desde 1904. La Antártida constituye un punto central para la soberanía, la logística y el despliegue del Estado en el extremo sur.

Petri también agradeció a Milei por el respaldo político, al Gabinete y al Estado Mayor Conjunto por acompañar lo que definió como “un proceso de transformación histórico” de las Fuerzas Armadas. Sostuvo que el país dejó atrás décadas de desinversión y que su gestión deja “bases sólidas” para los próximos años.

El ministro aseguró que, desde el Congreso, continuará apoyando las políticas de Defensa del Gobierno y promoviendo reformas vinculadas a la modernización militar. Su viaje a la Antártida será su última actividad oficial y un gesto político final: un cierre simbólico que intenta subrayar sus prioridades estratégicas y su visión sobre el rol de las Fuerzas Armadas.

Balance de gestión: conflictos internos, modernización polémica y desafíos pendientes

La gestión de Luis Petri en el Ministerio de Defensa estuvo marcada por varios conflictos internos que impactaron de lleno en el clima dentro de las Fuerzas Armadas. Uno de los más relevantes fue la crisis de la obra social militar, IOSFA, que sufrió demoras en prestaciones, falta de cobertura y reclamos masivos del personal por el deterioro del sistema.

A este escenario se sumó el reclamo permanente por salarios bajos, un tema histórico dentro de las Fuerzas Armadas. La inflación y el retraso salarial afectaron especialmente a soldados voluntarios, suboficiales y personal activo. Pese a algunos ajustes, las mejoras no lograron resolver el malestar generalizado en los cuarteles.

El punto más promocionado de su gestión fue la compra de los cazas F-16. Petri la presentó como una modernización histórica y la mayor inversión militar en 40 años. Sin embargo, especialistas criticaron la adquisición porque los aviones son reacondicionados de los años 1980 y presentan limitaciones: al ser de origen estadounidense, no pueden usarse contra aliados de Estados Unidos, lo que excluye a la principal hipótesis de conflicto de Argentina: el Reino Unido por Malvinas.

Pese a estas objeciones, Petri defendió la compra como un salto tecnológico y un alineamiento estratégico con Occidente. La adquisición fue central en su narrativa oficial y aparece destacada en su carta de despedida a Milei como legado de su gestión en Defensa.

Además de los F-16, impulsó la modernización doctrinaria, ejercicios combinados y la recuperación de material crítico. No obstante, no consiguió implementar reformas estructurales profundas en logística, infraestructura ni condiciones del personal, cuestiones señaladas como prioridades históricas del sector.

La salida de Petri hacia el Congreso marca el cierre de una gestión breve e intensa, atravesada por avances, tensiones internas y decisiones discutidas. Su último gesto —viajar a la Antártida— busca sellar simbólicamente su paso por el Ministerio de Defensa y reforzar un mensaje político: la centralidad de la presencia argentina en el continente blanco y la continuidad de la agenda militar en el Gobierno.

TM