Los 23 senadores bonaerenses electos el 7 de septiembre juraron hoy sus cargos en una ceremonia cargada de presencia política y controversias.
En el palco principal siguieron el acto el presidente de la Cámara de Diputados, Martín Menem; el armador libertario Sebastián Pareja; el asesor presidencial Eduardo “Lule” Menem; y el jefe del bloque libertario en la Legislatura bonaerense, Agustín Romo.
Cinco jefes comunales dejaron sus cargos para iniciar su labor legislativa: Mario Ishii (José C. Paz), Guillermo Montenegro (General Pueyrredón), Pablo Petrecca (Junín), Germán Lago (Alberti) y Marcos Pisano (Bolívar).
Sin embargo, los pedidos de licencia generaron ruido político. Diego Valenzuela juró y luego solicitó apartarse del cargo para continuar como intendente de Tres de Febrero, confirmando el carácter testimonial de su candidatura.
Algo similar ocurrió con Gabriel Katopodis, ministro de Infraestructura bonaerense, quien también pidió licencia para seguir en el gabinete de Axel Kicillof. Su banca será ocupada por la camporista Roxana López.
La denuncia de Berni y el choque con el reglamento
El ex ministro de Seguridad Sergio Berni objetó las licencias, argumentando que solo pueden solicitarse una vez que los senadores asuman formalmente sus funciones el 10 de diciembre.
Presentó un pedido de nulidad y advirtió a la vicegobernadora Verónica Magario por un posible “incumplimiento de deberes de funcionario público”.
La controversia se suma a un dato político de peso: con los cinco intendentes que asumieron como senadores, ya son 11 los jefes municipales que dejaron sus distritos para ocupar otros cargos.
Quienes son los nuevos senadores
El peronismo sumó figuras de peso como Mónica Macha y Malena Galmarini, además de Diego Videla, Valeria Arata, Fernanda Raverta, Jorge Paredi, María Laura García, María Inés Laurini y Evelyn Díaz.
Por La Libertad Avanza, juraron María Luz Bambaci, Luciano Olivera, Gonzalo Cabezas, Analía Balaudo, María Cecilia Martínez y Matías de Urraza, Somos Buenos Aires incorporó a Natalia Quintana.
La Legislatura bonaerense inicia así una nueva etapa marcada por reposicionamientos, disputas reglamentarias y un fuerte reacomodamiento de poder.
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