El Gobierno nacional formalizó la salida de Luis Alfonso Petri y la llegada del teniente general Carlos Alberto Presti al Ministerio de Defensa, mediante un decreto firmado por Javier Milei y publicado en el Boletín Oficial. La renuncia del exministro rige desde el 9 de diciembre y su reemplazo entrará en funciones desde el día 10, en coincidencia con el inicio del tercer año del actual mandato.
La norma presidencial agradece a Petri por los servicios prestados durante su etapa en Defensa, un ciclo iniciado en diciembre de 2023. Su salida se suma a una serie de reacomodamientos en el gabinete que el Presidente viene ejecutando en las últimas semanas, en un contexto de tensión creciente dentro del equipo libertario y con decisiones cada vez más concentradas en la órbita presidencial.
Presti, de alto rango militar, asumirá el control político del área bajo un esquema que la Casa Rosada reivindica como “orden y profesionalización”. El decreto deja asentado un régimen de transición basado en la Ley para el Personal Militar 19.101, que define su paso a disponibilidad desde febrero de 2026 y a pasividad desde junio del mismo año, si continúa en funciones.
La letra fina del decreto aclara que estos movimientos buscan garantizar la compatibilidad administrativa y previsional del nuevo ministro con su estatus militar, una decisión que vuelve a colocar a un uniforme -aunque en rol civil- al frente de una cartera históricamente política. El Gobierno insiste en que la designación no altera el carácter civil del Ministerio, pero sí marca un giro respecto de la conducción saliente.
Con el reemplazo, Milei reafirma un estilo de conducción que redefine el gabinete a su ritmo y con perfiles cada vez más cercanos a su círculo de confianza. A un día del aniversario de gestión, la salida de Petri y la llegada de Presti completan otro capítulo de un Gobierno que no teme recambios bruscos para sostener su línea interna de poder.