Este miércoles 10 de diciembre asumirán sus bancas los nuevos diputados nacionales, y con esa renovación comenzará una semana decisiva para la Casa Rosada. El Gobierno quiere aprovechar el recambio legislativo para acelerar el sprint final hacia la aprobación del Presupuesto 2026, la primera ley clave de su segunda etapa de gestión.
Mientras se ultiman los detalles para las sesiones extraordinarias, el oficialismo se moverá en una Cámara baja sin actividad en comisiones, lo que habilita días completos de negociación política. La comisión de Presupuesto y Hacienda quedará formalmente operativa recién el martes siguiente, en un escenario donde cada voto cuenta.
En esta semana corta, el plan del Ejecutivo es claro: dictámenes en comisión el martes 16 y sesión en el recinto el miércoles 17, con el objetivo de obtener la media sanción y enviarla inmediatamente al Senado. En paralelo, se constituirá la comisión de Legislación Penal, encargada del tratamiento de la Ley de Inocencia Fiscal, una apuesta fuerte del Ministerio de Economía para blanquear dólares no declarados.
La prueba política de fondo será la negociación con los gobernadores. Durante las últimas semanas, el presidente de Diputados Martín Menem y el ministro del Interior Diego Santilli encabezaron conversaciones para garantizar apoyos territoriales en un contexto fiscal tenso, donde cada provincia reclama compensaciones o excepciones.
Con este tablero, los próximos días marcarán si el Gobierno logra ordenar los acuerdos que necesita para encaminar su primer Presupuesto. El resultado definirá no solo el clima parlamentario del verano, sino también la capacidad real del Ejecutivo para imponer prioridades en un Congreso que, por ahora, le ofrece un escenario favorable pero no asegurado.