Funko, la compañía detrás de las icónicas figuras de vinilo Funko Pop!, se encuentra en una profunda crisis financiera que ha levantado serias dudas sobre su supervivencia. Tras alcanzar el estatus de un fenómeno global de la cultura pop, la empresa ha experimentado un alarmante declive en sus ingresos y ha acumulado una deuda considerable, estimada en unos 241 millones de dólares. La gravedad de la situación fue revelada en un informe ante la Comisión de Bolsa y Valores (SEC), donde la compañía admitió la existencia de "duda sustancial" sobre su capacidad para continuar operando durante los próximos doce meses.
El historial de ingresos de Funko revela la dramática trayectoria de la compañía. Tras alcanzar su punto máximo en 2022 con ganancias anuales de 1.32 mil millones, el declive se hizo evidente. En 2023, la facturación cayó un 17,13% y para 2024, se estimó en que rondó los 1.05 mil millones. La situación empeoró notablemente con las pérdidas registradas en trimestres recientes. En el segundo trimestre de 2025, la compañía sufrió una pérdida neta de alrededor de 41 millones de dólares, y aunque el tercer trimestre pareció más calmado, la pérdida de casi un millón de dólares contrastó fuertemente con los casi nueve millones de dólares de ganancia que la empresa reportó en el mismo período de 2024.

La compañía atribuye gran parte de sus problemas a una "tormenta perfecta" creada por factores externos e internos. Por un lado, el entorno minorista desafiante ha provocado que grandes socios comerciales reduzcan sus pedidos y existencias, afectando directamente las ventas, que cayeron un 20% en Estados Unidos, el mercado vital de Funko. Además, la imposición de aranceles por la gestión de Donald Trump ha afectado sus márgenes, dado que muchos de sus productos se fabrican en el extranjero. La deuda en espiral ha llevado a la empresa a renegociar sus acuerdos de préstamo en dos ocasiones durante 2025, sin lograr despejar las dudas sobre su continuidad.
Otro problema significativo es la saturación del mercado y la sobreproducción. La incesante ola de lanzamientos de figuras con licencia, si bien en el pasado fue una fortaleza que cubría todos los rincones de la cultura pop, ahora parece haber agotado a los coleccionistas. La acumulación de stock se convirtió en un costo operativo tan alto que Funko se vio obligada a contratar a un tercero para destruir inventario valorado entre 30 millones y 36 millones en 2023.

A pesar de las alarmantes señales, Funko mantiene una postura de optimismo bajo el liderazgo de su nuevo CEO, Josh Simon. La compañía está implementando una estrategia de revitalización que incluye el enfoque en nuevas líneas de productos, como las Bitty Pops (versiones miniaturas), y la exploración de experiencias de venta innovadoras, como la venta de estos productos en máquinas expendedoras. Simon destacó que, a largo plazo, la compañía tiene múltiples oportunidades para aprovechar su legado y su relación con la comunidad de fans.
Sin embargo, Funko ha admitido que están "explorando alternativas estratégicas", lo que incluye la posible venta de la empresa. Mientras tanto, los coleccionistas y la industria se mantienen vigilantes durante la temporada navideña, crucial para las ventas. Si bien las figuras Funko Pop se convirtieron en un elemento esencial de la cultura pop durante más de una década, la marca ahora se enfrenta a la prueba de fuego de demostrar si puede superar sus problemas financieros y evitar una posible liquidación.