10/12/2025 - Edición Nº1037

Agro

Se agravó a fin de año

Alerta en el centro bonaerense por la faena clandestina y la venta ilegal de carne en redes sociales

10/12/2025 | En Olavarría, carniceros llevaron el reclamo al municipio. El problema se repite en otras ciudades.



A pocos días de las celebraciones de fin de año, municipios del centro bonaerense advirtieron por un crecimiento de la faena clandestina y de la venta ilegal de alimentos por redes sociales, un circuito que se expande como alternativa económica ante la caída del consumo y el desplome de las ventas en carnicerías.

El tema tomó especial relevancia la última semana en Olavarría, un distrito de marcada tradición ganadera y que cuenta con un elevado rodeo vacuno. Carniceros de la localidad se reunieron con el intendente Maximiliano Wesner para exponer una problemática que diferenciaron del abigeato -robo de ganado para su comercialización- y que tiene en el centro de la polémica a productores rurales.

De la reunión también participaron el subsecretario de Seguridad, Elías Quintas, y el titular de Bromatología, Agustín Romero.

Los funcionarios se entrevistaron con un grupo de carniceros autoconvocados que alertaron no solo por la fuerte caída de ventas, sino por la expansión de canales informales de comercialización de carne vacuna, aviar y porcina que podrían acarrear inconvenientes en materia de salud pública.

La mayoría de la oferta detectada circula por estados de WhatsApp, grupos de Telegram y redes sociales, donde se promocionan cortes y derivados provenientes de faena sin control sanitario.

Faena clandestina y ventas paralelas: un fenómeno que preocupa al centro bonaerense

En Olavarría, la práctica no está vinculada al abigeato sino a la decisión de pequeños productores y empleados rurales de despostar animales por su cuenta y venderlos sin cadena de frío ni habilitaciones. Situaciones similares se han registrado en Azul, Tapalqué y Saladillo, donde el aumento de la informalidad ya ha derivado en casos de enfermedades como triquinosis o sospechas de intoxicaciones.

En el caso de Olavarría, la situación se agravó en los últimos años tras el cierre del matadero municipal, único lugar habilitado que los productores tenían para la faena local. En 2018, una fallida concesión por parte de la gestión del ex intendente Ezequiel Galli a una empresa que mostró severos problemas de administración, junto a una clausura provincial, sentenciaron el destino de un lugar estratégico para la producción local. 

Aunque luego hubo intentos para lograr la llegada de inversores privados -la firma Argus Meats S.A. anunció en 2021 su desembarco en la ciudad pero finalmente no lo concretó- y gestiones para conseguir financiamiento provincial, las iniciativas no prosperaron.

La situación obligó a los productores a trasladar la hacienda a Azul o Bolívar, lo que incrementa costos y tiempos. “Eso encarece muchísimo la comercialización y empuja a algunos a buscar caminos paralelos”, precisó Elías Quintas en declaraciones a NewsDigitales.

Una fuente de la industria cárnica explicó a este medio que, si bien “no es algo que pese en la venta masiva a los carniceros bajo la modalidad tradicional de un frigorífico”, cuando en los pueblos “se alejan los lugares de faena empiezan a darse este tipo de hechos porque los gastos de logística son caros o no los quieren pagar. El tratamiento de faena también tiene un costo significativo”, comentó.

Riesgos sanitarios y alerta en los municipios

El subsecretario de Seguridad de Olavarría indicó que la faena sin controles puede derivar en enfermedades como triquinosis, síndrome urémico hemolítico o intoxicaciones bacteriológicas.

“Esta práctica atenta más a una cuestión de salud pública que a otra órbita, pero no deja de ser menos importante y por eso nos movilizamos con bastante rapidez. Sabemos que este tipo de situaciones reavivan enfermedades que creíamos erradicadas y que están asociadas a lo bacteriológico o a lo parasitario”, sostuvo Quintas.

La preocupación se extiende a otras localidades bonaerenses y se sostiene en datos oficiales: entre las semanas epidemiológicas 1 y 43, la provincia de Buenos Aires  registró 212 casos sospechosos de triquinosis, de los cuales 143 fueron confirmados, 5 descartados y 64 continúan en estudio.

Desde el ámbito matarife provincial coincidieron en los riesgos: “Sacando lo que es abigeato, esto suele pasar, pero los volúmenes no son grandes. Pero jode porque hay enfermedades que no se detectan, ya que no están bajo control sanitario. Ahí aparecen casos de triquinosis, que ya los hemos visto. Eso lo tiene que manejar el intendente del pueblo y las autoridades judiciales”, indicaron.

La investigación en redes y los controles en comercios

Tras el encuentro con los carniceros, la Subsecretaría de Protección Ciudadana de Olavarría inició el monitoreo de publicaciones y promociones en redes sociales y las autoridades competentes abrieron actuaciones preventivas por “presunta infracción al Artículo 206” del Código Penal.

En paralelo, Bromatología intensificó los controles en comercios “no habilitados para el expendio de carnes” y otros puntos de venta que “sabemos que por ahí comercializan derivados de la cría de bovinos, porcinos y demás”, explicó Quintas. En domicilios particulares, las investigaciones avanzan con intervención en lo penal.

“Uno empatiza y entiende todas las problemáticas económicas porque estamos todo el día caminando la calle y las conocemos, pero si ponemos en la balanza lo económico y la salud, tenemos que tener en cuenta que por un beneficio económico no podemos descuidar la salud pública”, remarcó el funcionario.

En cambio, la situación del abigeato se mantiene estable, según informó: “Tenemos uno o dos casos por mes. Para Olavarría es una cifra muy baja, porque en otro tiempo llegó a tener números muy altos que superaban el centenar de hechos por año”.

“Sabemos que ahora hay gente criando sus animales para hacer una diferencia a fin de año, pero la comercialización que hacen es bastante desprolija y esto puede ocasionar algún inconveniente en la salud pública”, contrastó el titular de Protección Ciudadana.

El tema podría ser incluido en la próxima reunión del Consejo de Seguridad municipal, un espacio al que acuden funcionarios comunales, autoridades policiales, judiciales, la Cámara Empresaria, la Sociedad Rural, cooperativas, productores autoconvocados y referentes barriales, y que fue convocado para el 17 de diciembre.

“En el Consejo de Seguridad se tocan muchísimos temas, así que no descartamos nada. Siempre damos la posibilidad de que quienes participan puedan aportar o manifestar sus inquietudes y en función de eso trabajar en conjunto”, remarcó Quintas.