Milei y dos alternativas para su recta final: Néstor Kirchner o Mauricio Macri

Javier Milei culmina su segundo año de mandato con una impensada luna de miel. Impensada si se tiene en cuenta la derrota del 7 de septiembre en la provincia de Buenos Aires y los escándalos de Diego Spagnuolo y José Luis Espert, que tuvieron al oficialismo nacional contra las cuerdas.

El 26 de octubre, sin embargo, La Libertad Avanza revivió y le trasladó todas las dudas al peronismo, que ni siquiera pudo imponerse en territorio bonaerense.

Es interesante observar cómo llegaron los últimos presidentes al cierre del segundo año de gestión. ¿Milei es el que mejor arribó?

Néstor Kirchner: imagen alta y estable

Las comparaciones siempre son difíciles. Del 2001 para acá, seguramente el mejor primer tramo le corresponde a Néstor Kirchner. Asumió con poco más del 20% de los votos y hacia el 2005 ya le estaba arrebatando el PJ a Eduardo Duhalde después de un aplastante triunfo de Cristina Kirchner sobre “Chiche” Duhalde en PBA.

Pero no solo era el desempeño político. También la economía le sonreía: una inflación todavía por debajo del 10%, súbita recuperación económica tras la recesión 1999-2002 y una caída muy pronunciada del desempleo, ayudada -hay que decirlo- por los salarios bajos en dólares.

La buena imagen de Kirchner se extendió durante todo su mandato, a tal punto que Cristina logró sucederlo con el 45% de los votos.

Cristina Kirchner: rápidos derrumbes y recuperación

El caso de la exmandataria marcó otro patrón. No pudo sostener su imagen inicial y cayó rápidamente en sus dos mandatos. No tuvo luna de miel. En marzo del 2008, a solo tres meses de su asunción, estalló el conflicto con el campo por la resolución 125. Fue un hecho que tuvo consecuencias de corto y largo plazo.

Los primeros dos años de Cristina Kirchner se coronaron con la derrota en las legislativas del 2009 y una economía recesiva, que sufría los coletazos de la crisis financiera internacional. Sin embargo, desde el 2010 la economía empezó a repuntar fuertemente, la oposición se fragmentó y la muerte de Néstor Kirchner generó un replanteamiento favorable de todo el ciclo político K. El resultado fue el que ya sabemos: el histórico 54% de Cristina en el 2011.

El segundo mandato tuvo un comienzo similar al primero. De la ilusión al rápido desencanto. La tragedia de Once, ocurrida el 22 de febrero del 2012, marcó un punto de quiebre. Durante ese año se dieron manifestaciones masivas contra el gobierno: el famoso 13S y 8N. Encima, la economía entraba nuevamente en recesión. La merma se coronó en el 2013 con la contundente victoria de Sergio Massa contra Martín Insaurralde. El kirchnerismo quedaba otra vez contra las cuerdas.

En los últimos dos años de Cristina se aceleraron las tensiones económicas: la actividad estancada, el cepo, el dólar atrasado y la inflación ya con un piso del 30%. Daniel Scioli perdería el balotaje con Mauricio Macri.

Mauricio Macri: 2018, un quiebre sin retorno

El caso de Cambiemos, hasta el momento, guarda similitudes con el ciclo actual de Milei. El líder del PRO atravesó un primer momento tenso por la devaluación inicial y el ajuste en las tarifas de los servicios públicos.

Sin embargo, logró llegar al 2017 con la economía creciendo y la inflación en baja, lo que derivó en una clara victoria en las intermedias. A diferencia de Néstor Kirchner, Macri no pudo sostener su buena imagen y las sucesivas corridas contra el dólar del 2018 sepultaron las chances de reelección del 2019.

Alberto Fernández: pico estelar y un final terriblemente deslucido

Así como Macri nunca pudo recuperarse de la tensión cambiaria e inflacionaria que se desató en abril del 2018, Alberto Fernández no tuvo retorno tras la llamada “Fiesta de Olivos”. El resto del panorama tampoco ayudaba: la inflación tomaba impulso sin pausa y la coalición del Frente de Todos temblaba por las múltiples internas.

Alberto Fernández ni siquiera llegó bien parado al cierre de su segundo año. El peronismo había perdido en las intermedias del 2021 y Cristina Kirchner le marcó la cancha con una dura carta contra Martín Guzmán. Su “luna de miel” existió hasta mediados del 2020. De ahí en más, un tobogán.

Por eso, para Milei se abren dos alternativas: o estabilizar su aceptable imagen actual como logró Néstor Kirchner en 2006-2007, o emprender un repliegue como el de Macri en 2018-2019.