La inquietud de una mujer que no lograba comunicarse con su hermanos desde hacía varios días abrió una escena estremecedora en pleno barrio porteño de Belgrano. Cuando los policías de la Comisaría 13B llegaron a la casa de José Alberto Ronderos (70), en Vuelta de Obligado al 3100, encontraron la puerta entreabierta y, detrás de la reja cerrada con llave, un silencio que anticipaba lo peor. Minutos después hallaron el cuerpo de Ronderos: estaba sin vida en el living, maniatado con un cable y con signos evidentes de haber sido golpeado.
El SAME constató rápidamente que llevaba más de 24 horas fallecido, aunque los peritos sospechan que la muerte se produjo varios días antes. Esa diferencia temporal será clave para fijar el período en el que se revisarán cámaras de seguridad del entorno, a metros de la avenida Cabildo, con la expectativa de reconstruir quién pudo haber entrado o salido del lugar.
La fiscalía Saavedra-Núñez, a cargo de José María Campagnoli, quedó al frente de la investigación bajo la carátula de “averiguación de homicidio”. En el interior de la vivienda encontraron un escenario desordenado, pero los allegados fueron terminantes al describir la rutina del jubilado: vivía solo y solía acumular objetos sin demasiado criterio, por lo que el revuelo no necesariamente implicaba un robo. Tampoco habría dinero faltante ni señales de un saqueo, y vecinos aseguraron que el hombre no guardaba sumas importantes en su casa.

En el barrio, los primeros testigos aportaron detalles sobre los temores y hábitos del fallecido. Una vecina contó que “en general estaba solo” y que desconfiaba de personas que intentaban acercarse a la propiedad. Otro, encargado de un edificio cercano, recordó que Ronderos mencionó haber recibido ofertas millonarias por la casa —“habló de hasta un millón de dólares”—, aunque jamás quiso venderla.
Los investigadores no descartan que esos vínculos o tensiones puedan explicar en parte el crimen. Por ahora, el móvil económico pierde fuerza y toma cuerpo la hipótesis de un trasfondo personal aún por definir. Mientras la Policía Científica releva huellas y rastros en el interior de la vivienda, la autopsia será el próximo paso para establecer la mecánica del ataque y el momento exacto de la muerte.