El informe final del Consejo de Mayo, presentado esta semana, busca sintetizar meses de trabajo técnico orientado a traducir los diez compromisos del Pacto de Mayo en propuestas legislativas concretas.
El organismo, presidido por Manuel Adorni e integrado por dirigentes políticos, referentes sindicales y del sector empresario, cumplió un rol consultivo y de articulación entre los diagnósticos del Ejecutivo y los proyectos que se enviarán al Congreso en sesiones extraordinarias.
En este marco, la introducción del informe incorpora reflexiones de autores y observadores externos sobre la identidad argentina, a modo de puntapié conceptual.
Tras un extenso pasaje dedicado a una colorida caracterización de Argentina escrita por Jaime Bayly, el informe sorprende con la inclusión de una cita del premio Nobel de Literatura V. S. Naipaul.
El fragmento llamó la atención por su tono crítico y por referirse a Juan Domingo Perón como “dictador”, algo particularmente sensible en la discusión histórica y política argentina.
"Hace casi treinta años fui a Argentina. Fue en la época del conflicto con la guerrilla. La gente estaba esperando a que el dictador Perón volviera del exilio. El país desbordaba de odio. Los peronistas estaban esperando para saldar viejas cuentas.
Uno de ellos me dijo: «Hay una tortura buena y una tortura mala». La tortura buena era la que se aplicaba a los enemigos del pueblo. La tortura mala era la que te aplicaban a ti los enemigos del pueblo. Los del otro bando decían lo mismo.
No había verdadero debate sobre nada. Solo había pasiones y una jerga política tomada de Europa. Yo escribí lo siguiente: «Cuando la jerga transforma las cuestiones vivas en abstracciones, y cuando la jerga acaba compitiendo con la jerga, la gente no tiene causas. Solo tiene enemigos».
Y las pasiones de Argentina siguen reproduciéndose, triunfando sobre la razón y consumiendo vidas. No hay ninguna solución a la vista."
La inclusión de este pasaje funciona como bisagra entre la caracterización previa sobre los rasgos culturales argentinos y el argumento del documento respecto al “empacho de diagnósticos” y la necesidad de avanzar hacia reformas estructurales sin quedar atrapados en disputas históricas o identitarias.
El escritor trinitense-británico Vidiadhar Surajprasad Naipaul (1932–2018) fue una de las figuras más influyentes de la literatura del siglo XX y recibió el Premio Nobel de Literatura en 2001.
Autor de novelas, crónicas de viaje y ensayos sobre procesos culturales poscoloniales, desarrolló una obra marcada por la mirada crítica -a veces polémica y provocadora- sobre las identidades nacionales, las estructuras de poder y los vínculos entre modernización y violencia política.
Su referencia a la Argentina proviene de una reflexión más amplia sobre sus viajes por América Latina, donde interpretaba los conflictos políticos del país en clave de tensiones históricas irresueltas.
Aunque su obra no se centra en la Argentina, las menciones que hace suelen tener un tono severo, en especial hacia el clima de enfrentamiento que percibió durante los años setenta.