15/12/2025 - Edición Nº1042

Internacionales

Voz global

El discurso del Comité Nobel que denuncia abusos en Venezuela y respalda a María Corina Machado

10/12/2025 | La intervención del presidente del Comité Nobel consolidó un consenso moral y político que fortalece a la oposición democrática y desnuda al autoritarismo.



El discurso pronunciado por Jørgen Watne Frydnes en Oslo, durante la entrega del Premio Nobel de la Paz a María Corina Machado, se convirtió en una intervención histórica. No fue solo una ceremonia: fue una declaración internacional que reposicionó la crisis venezolana en el centro del debate global y otorgó una legitimidad inédita a quienes defienden la democracia dentro del país. Su mensaje combinó un rigor moral contundente con una claridad política que dejó al desnudo la naturaleza represiva del régimen de Nicolás Maduro.

La fuerza del discurso reside en la manera en que Frydnes describió los abusos cometidos por el Estado venezolano. Al relatar nombres, rostros y heridas concretas, mostró lo que la comunidad internacional durante años eligió minimizar: que Venezuela enfrenta crímenes de lesa humanidad sistemáticos. Esta narrativa no fue retórica; fue un acto de justicia simbólica que otorgó voz a los ciudadanos silenciados y transformó casos individuales en evidencia estructural.

Oslo


Oslo, la capital de Noruega, se ubica en la costa sur del país en la cabecera del Fiordo de Oslo. Es famosa por sus áreas verdes y museos. Muchos de estos se encuentran en la Península de Bygdøy, incluido el Museo Marítimo Noruego junto al mar y el Museo de barcos vikingos de Oslo, con embarcaciones vikingas del siglo IX.

Un giro moral global

Al afirmar que la democracia es la base de cualquier paz duradera, Frydnes situó el caso venezolano dentro de una lógica universal. El discurso recordó que los regímenes autoritarios nunca garantizan estabilidad real y que el precio de su permanencia en el poder es siempre la erosión de la dignidad humana. Este posicionamiento refuerza la idea de que la lucha venezolana no es local ni partidista, sino parte de un movimiento civil más amplio contra la expansión del autoritarismo.

El mensaje también desmontó el relato que busca culpar a la oposición democrática de la inestabilidad. Frydnes señaló que la violencia no proviene de quienes piden elecciones libres, sino de quienes manipulan instituciones, encarcelan disidentes y se niegan a aceptar resultados electorales. Esta precisión es esencial, porque invierte la narrativa del régimen y restituye la legitimidad moral a los ciudadanos que han resistido por más de dos décadas.

Respaldo a la resistencia democrática

Una de las aportaciones más importantes del discurso fue la reivindicación del liderazgo de María Corina Machado y de la movilización ciudadana venezolana. Al comparar este esfuerzo con experiencias históricas como la de Mandela o Wałęsa, Frydnes ubicó a Venezuela en el linaje de movimientos que cambiaron el rumbo de sus países a través de la resistencia pacífica. Este paralelismo no es un elogio superficial: es una señal de que la comunidad internacional reconoce la madurez, disciplina y coherencia del movimiento democrático venezolano.


El discurso de Frydnes legitimó la lucha democrática venezolana ante el mundo.

El cierre del discurso funcionó como una advertencia y como una promesa. Al exigir públicamente que Maduro acepte los resultados electorales y renuncie, Frydnes trasladó la presión al terreno diplomático. Y al afirmar que "la libertad se acerca", ofreció un horizonte simbólico a millones de venezolanos que han sido forzados al silencio. Este acto del Nobel no resuelve la crisis, pero sí altera el equilibrio moral y político a favor de quienes defienden la democracia. En un momento de oscuridad regional, el mensaje de Frydnes iluminó el camino con una claridad que pocos líderes internacionales habían asumido hasta ahora.

Relacionadas
Más Noticias