El Día Nacional del Tango se celebra cada 11 de diciembre desde 1977. La elección no es casual: ese día nacieron Carlos Gardel y Julio de Caro, dos pilares que empujaron al género hacia la inmortalidad. La fecha nació para fijar en el calendario el impacto cultural, social y emocional que el tango dejó en el país y en el mundo.
El tango no solo es música: es un modo de narrar la vida. Y su mayor mito, Gardel, está rodeado de una nebulosa que alimenta su encanto. No se le conocen hijos, no se casó, casi no existen detalles verificables sobre su vida íntima y apenas tuvo una casa propia. Para colmo, nadie puede explicar con certeza dónde terminó su fortuna ni el destino final de los derechos de autor que generó su obra.

La historia suma otra perlita de lujo: Gardel fue también el inventor del videoclip. Antes de que MTV existiera, él ya filmaba sus canciones como piezas visuales pensadas para acompañar la música. El Zorzal Criollo terminó siendo pionero del formato que un siglo después dominaría la industria mundial.
Pero el Día del Tango no es solo Gardel. Julio de Caro, nacido también un 11 de diciembre, empujó al género hacia la modernidad con la precisión de su violín, su orquesta y sus arreglos. Director, compositor y revolucionario silencioso, De Caro abrió un camino nuevo dentro de las formaciones típicas y marcó la llamada “Guardia Nueva”.

De Caro elevó la estética del tango, le dio elegancia y lo reordenó desde adentro, moviendo las piezas como un ajedrecista obsesivo que ve la jugada veinte compases más adelante que los demás.
La edición 2025 ya tiene agenda: desde el miércoles 10 hasta el domingo 14 habrá un itinerario federal con milongas al aire libre, clases abiertas, proyecciones restauradas de los videoclips de Gardel, homenajes a De Caro y conciertos gratuitos en Buenos Aires, Rosario, Córdoba y Mendoza. La Ciudad prepara un cierre multitudinario en la Avenida de Mayo, con orquestas típicas y parejas de baile ocupando toda la traza como una postal viva del género.

El Día Nacional del Tango recuerda, así, a dos hombres que no solo le dieron identidad a un género: moldearon la forma en que Argentina se mira al espejo. La efeméride vuelve cada diciembre para insistir en que el tango no es una reliquia: sigue respirando, sigue bailando y sigue marcando el compás cultural del país.