Dentro de los aportes del Consejo de Mayo figura un proyecto de ley elaborado por el diputado del PRO Cristian Ritondo que apunta a crear un marco jurídico específico para la actividad de los repartidores que trabajan a través de aplicaciones digitales.
La iniciativa, que podría avanzar en el Congreso, propone una regulación por fuera del paquete de reforma laboral, con un esquema diferenciado que reconoce la figura del “repartidor independiente”.
El texto busca ordenar un sector en plena expansión y en el que conviven debates sobre autonomía, derechos, obligaciones, seguridad vial y funcionamiento de las plataformas tecnológicas.
El proyecto establece que su objetivo es fijar “reglas adecuadas” para el desarrollo de la economía de plataformas, “asegurando la independencia de los repartidores”.
La norma abarcaría todos los vínculos entre repartidores y empresas tecnológicas que operen servicios de mensajería urbana o entrega de bienes en cualquier punto del país.
A diferencia de lo que se discutirá en la reforma laboral general, esta iniciativa crea un sistema autónomo para la actividad, con definiciones precisas sobre qué es mensajería urbana, qué se entiende por plataforma tecnológica y cuál es el tipo de contrato entre usuarios, comercios y repartidores.
Uno de los ejes centrales es la consagración legal del repartidor independiente, una persona que presta servicios a través de plataformas sin relación laboral de dependencia.
El texto subraya la libertad de conexión, de jornadas y de aceptación de pedidos: los repartidores podrán decidir cuándo trabajar, rechazar encargos y determinar cómo prestar el servicio.
El proyecto también obliga a las plataformas a hacer públicos los criterios con los que agrupan o clasifican a los repartidores.
La iniciativa ordena un conjunto de responsabilidades para las empresas de aplicaciones:
Además, deberán proporcionar un seguro de accidentes personales, aunque la responsabilidad sobre los costos podrá definirse entre las partes sin que ello implique relación de dependencia.
Para operar en estas plataformas, los repartidores deberán:
El proyecto refuerza la idea de autonomía: cada repartidor podrá realizar la cantidad de viajes que desee, interrumpir el uso de la app sin aviso previo y conectarse sin periodicidades mínimas.
El articulado detalla una serie de derechos que buscan reforzar garantías dentro de un modelo de trabajo independiente:
Se establece además que las decisiones no previstas por la ley se regirán por el Código Civil y Comercial, reforzando la naturaleza comercial —y no laboral— del vínculo.
La propuesta de Ritondo emerge en un escenario donde el Gobierno y el Congreso buscan avanzar en cambios profundos del mercado laboral.
En ese contexto, el Consejo de Mayo plantea para el sector de repartidores una regulación por carril propio, con foco en la autonomía contractual y la seguridad operativa, sin incorporarlos en la reforma laboral general.