CGT vs. reforma laboral de Milei: qué puede pasar con la marcha en Plaza de Mayo

La Confederación General del Trabajo (CGT) resolvió movilizarse el jueves 18 de diciembre hacia la Plaza de Mayo como respuesta al proyecto de reforma laboral impulsado por el presidente Javier Milei. La medida fue definida en una extensa reunión del Consejo Directivo en la sede histórica de Azopardo, donde participaron las principales figuras sindicales del país.

Según la conducción, la protesta se replicará en todas las provincias e incluirá a las dos CTA y a organizaciones sociales. La expectativa es reunir alrededor de 150 mil manifestantes solo en la Ciudad de Buenos Aires. Para ello, desde este viernes trabajará una comisión organizativa encargada de coordinar la logística de la movilización.

Gerardo Martínez (UOCRA) anticipó al ingresar a la reunión que se abre “una etapa de resistencia” y que la central buscará “constituir una masa crítica” frente al avance de la ley. “Todo puede pasar”, advirtió.

Por qué la CGT rechaza la reforma laboral

Toda la cúpula sindical se ubica en contra del proyecto oficial. Aunque el Gobierno moderó algunos artículos -en especial aquellos que afectaban directamente el financiamiento gremial- la CGT sostiene que la iniciativa continúa siendo “regresiva”.

Jorge Sola (Seguros), uno de los triunviros, propuso encarar la resistencia desde tres frentes:

• Medidas gremiales graduales
• Acciones judiciales si la ley se aprueba
• Coordinación política con Unión por la Patria

Entre los puntos más cuestionados del proyecto figuran:

• Nuevos límites en el cálculo indemnizatorio.
• Creación del Fondo de Asistencia Laboral (FAL) financiado con aportes obligatorios.
• Reducción de créditos horarios para delegados.
• Restricción de la ultraactividad de convenios colectivos.
• Exigencia de autorización patronal para asambleas sin goce de sueldo.
• Tipificación del bloqueo de empresas como infracción grave.
• Implementación del “banco de horas”.

Para la CGT, estos cambios representan un retroceso en derechos colectivos e individuales.

Movilización, Congreso y Justicia: el plan de presión

Además de la marcha del 18, el Consejo Directivo de la CGT acordó una estrategia paralela destinada a frenar el avance de la reforma en el Congreso. En los últimos días, los sindicalistas se reunieron con gobernadores de Provincias Unidas (Chubut, Jujuy y Santa Fe) y con el bloque kirchnerista del Senado, liderado por José Mayans.

El objetivo es evitar que el proyecto avance en sesiones extraordinarias. “Es clave que la reforma no pase ahora”, aseguraron voceros de la central. Estiman que el debate parlamentario podría postergarse hasta febrero o marzo.

En paralelo, los abogados de la CGT ya analizan el texto para preparar un eventual reclamo judicial, tal como se hizo contra el DNU 70, aún frenado parcialmente en la Justicia.

Tensiones internas y señales del Gobierno

Aunque dentro de la CGT conviven sectores más moderados y sectores más duros, la decisión de movilizarse fue unánime. Previo al encuentro, algunos dirigentes anticipaban “rosca política y acción en la calle”, reflejando el clima interno.

El Gobierno intentó desactivar el conflicto al suavizar artículos sensibles, como los vinculados a las cuotas sindicales, lo que provocó diferencias incluso dentro del propio oficialismo. Sin embargo, la CGT consideró que la reforma mantiene su espíritu flexibilizador.

Un punto de inflexión en la disputa

La marcha del 18 de diciembre se perfila como un hecho político clave en la pulseada entre el Gobierno y los sindicatos. La central obrera asegura que la reforma laboral no generará empleo por sí sola y que es necesario un marco de crecimiento económico que proteja la industria.

En este escenario incierto, la CGT apuesta a combinar presión callejera, negociación política y judicialización para bloquear el proyecto.

TM