Qué es la Cobertura Sanitaria Universal de la ONU y cómo responde el sistema argentino

El Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal se estableció en 2017 por la Asamblea General de la ONU, con la idea simple y contundente de que nadie debería arruinarse económicamente por ir al médico. La fecha se celebra cada 12 de diciembre y apunta a garantizar que todas las personas reciban los servicios de salud que necesitan sin enfrentar barreras económicas.

La efeméride tomó impulso gracias a organismos como la Organización Mundial de la Salud y figuras como el entonces director general, Tedros Adhanom Ghebreyesus, que convirtió la cobertura universal en una especie de mantra global. Desde su institucionalización, se transformó en un recordatorio anual de que la salud no es un privilegio, sino un derecho.

De meta técnica a bandera política

Con el correr de los años, la cobertura sanitaria universal pasó de ser un concepto técnico a un compromiso político incluido en los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La idea engloba desde vacunación y controles básicos hasta salud mental, medicamentos accesibles y sistemas hospitalarios competentes.

Los países la adoptaron con ritmos dispares, pero el consenso mundial es que no se trata solo de infraestructura, sino de equidad. La OMS insiste en que no alcanza con tener hospitales: deben poder usarse sin miedo al gasto ni a la discriminación.

Argentina y un sistema fragmentado

En Argentina, la relevancia de la fecha es evidente: el país tiene uno de los sistemas de salud más fragmentados de la región, dividido entre sector público, obras sociales, prepagas y programas específicos. Eso hace que garantizar acceso equitativo sea un rompecabezas permanente.

Aun así, la tradición sanitaria local tiene figuras emblemáticas, como Ramón Carrillo, quien impulsó políticas públicas con fuerte mirada social. Décadas más tarde, programas como el Plan Remediar, la ampliación de calendarios de vacunación y la cobertura gratuita en hospitales públicos mantienen viva la idea de que la salud debe estar por encima de la capacidad de pago.

Entre avances y deudas

La pandemia dejó en claro que un sistema fuerte no es un lujo: es la diferencia entre aguantar el golpe o colapsar. Desde entonces, la discusión sobre cobertura universal dejó de ser abstracta. Volvió con fuerza el debate sobre financiamiento, integración del sistema y acceso a medicamentos.

El Día Internacional de la Cobertura Sanitaria Universal encuentra hoy a la Argentina con desafíos persistentes: desigualdades territoriales, demoras en turnos, falta de especialistas en zonas clave y tensiones entre sectores. La efeméride sirve para mirar el mapa completo y entender que el objetivo no es un lema de Naciones Unidas, sino un país donde la salud sea realmente para todos.