12/12/2025 - Edición Nº1039

Política

La Cámpora vs. Intendentes

El PJ de Varela pide internas y expone el desgaste del liderazgo de Máximo Kirchner

12/12/2025 | El reclamo del PJ de Varela expone el desgaste de Máximo Kirchner y acelera la presión de los intendentes para renovar la conducción del peronismo bonaerense.



El documento publicado por el Partido Justicialista de Florencio Varela podría haber pasado como un gesto formal hacia la militancia si no fuera por el momento político que atraviesa el peronismo bonaerense. Bajo el título “Elecciones, Sí”, el texto firmado por el histórico dirigente, Julio Pereyra y el intendente Andrés Watson no solo reclama internas abiertas en el distrito: señala, con claridad y sin alusiones indirectas, que es tiempo de renovar autoridades y devolverle vida institucional a un partido que desde hace tiempo transita un vacío de conducción.

El mensaje llegó en el instante preciso. El 18 de diciembre vence el mandato de Máximo Kirchner como presidente del PJ provincial, y la pregunta que muchos dirigentes evitaron formular públicamente empezó a pronunciarse sin rodeos: ¿tiene sentido prorrogar una conducción debilitada, sin funcionamiento orgánico, que perdió interlocución con intendentes y referentes territoriales? El texto de Varela, uno de los bastiones históricos del conurbano, fue la señal que muchos esperaban para abrir el reclamo: el peronismo debe volver a votar.

La publicación encendió inmediatamente la lectura política. No es un mensaje contra un sector, sino contra la parálisis del partido. Desde la derrota electoral con Javier Milei en 2023, el PJ quedó reducido a un sello sin estrategia, sin presencia pública y sin capacidad para ordenar sus propias tensiones internas. En ese escenario, la figura de Máximo Kirchner se fue desdibujando hasta quedar prácticamente aislada, sostenida solo por un núcleo duro que ya no expresa al conjunto de la dirigencia.

Detrás del comunicado de Varela se asoma el movimiento más grande: los intendentes, que son quienes administran la estructura real del peronismo, dejaron de esconder su malestar. Muchos de ellos apoyados en la figura del gobernador Axel Kicillof, reclaman internas, conducción colegiada, participación efectiva y un partido que vuelva a reflejar la correlación de fuerzas territorial. Para ellos, la etapa de una conducción cerrada, sin funcionamiento regular y sin territorios propios, está agotada. Y así lo dicen, aunque sin estridencias: es momento de que el PJ vuelva a manos de quienes lo sostienen con votos y gestión.

La ruptura dentro de La Cámpora

A la desaparición pública y política del ex senador nacional, Wado de Pedro, se le sumó un episodio reciente de esta semana con la crisis de La Cámpora en La Plata, donde el presidente del PJ local, Ariel Archanco, y el operador camporista Martín Alanis, perdieron a su referente electoral, Pablo Elías, quien rompió con la agrupación para alinearse con el intendente Julio Alak.

La fuga exhibió el retroceso territorial del camporismo y funcionó como un golpe simbólico: si la organización creada por Máximo no puede retener su estructura en la capital bonaerense, ¿qué capacidad tiene hoy para sostener la conducción provincial del PJ?

Mientras tanto, en los entornos del gobernador Axel Kicillof admiten que no habrá confrontación abierta, pero sí un objetivo compartido: ordenar el peronismo y restituir mecanismos democráticos de decisión. Kicillof entiende que, sin un partido en funcionamiento, el oficialismo bonaerense pierde la herramienta central para proyectar su estrategia política nacional en los próximos años. Por eso observa con buenos ojos el pronunciamiento de Varela: más que una rebeldía, una invitación a iniciar un proceso de normalización que distintos sectores consideran imprescindible.

El mensaje, entonces, trasciende al distrito que lo emitió. El comunicado de Varela abrió la compuerta de una discusión que venía madurando en privado y que ahora se vuelve inevitable: el PJ provincial debe elegir a sus autoridades y cerrar la etapa de conducción de Máximo Kirchner. Las próximas semanas serán decisivas, porque lo que el peronismo bonaerense debate no es solo un cambio de nombres, sino la reconstrucción de su identidad, su método y su liderazgo.

Y así, con un documento de tono institucional pero filo político, el PJ de Varela convirtió lo que era un murmullo en una afirmación concreta: el peronismo quiere internas, quiere renovación y ya no está dispuesto a esperar.

El comunicado emitido en las redes sociales